Dos motos en la sala
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Las características del inmueble siniestrado ayudaron a la propagación de las llamas. Un total de ocho personas vivían en los 50 metros cuadrados del número 4 de la calle de Gadallana, un bajo que sólo tenía una puerta de acceso y todas las ventanas aseguradas con doble reja.El hecho de que el fuego se declarase en el salón, situado junto a la puerta de la calle, dificultó la huida de las dos mujeres y de sus hijos.
La existencia de dos motocicletas en el interior de la vivienda fue determinante, pues el combustible que contenían avivó mucho más las llamas y la humareda desprendida por los neumáticos hizo imposible la visibilidad en el interior del inmueble.
"La casa se convirtió en una ratonera", dijo el jefe de Bomberos, José Luis Ferrer. Una portavoz del Ayuntamiento calificó el hogar de un "auténtico búnquer".