Guipúzcoa ahorra 2.300 millones en la segunda fase de la Éibar-Vitoria

La Diputación de Guipúzcoa decidió ayer adjudicar las obras de la segunda fase de la autopista Éibar-Vitoria (A-1) a una unión temporal de empresas que está dispuesta a construir el tramo entre Bergara y Éibar por un total de 9.025 millones de pesetas (54,2 millones de euros) en un periodo de 36 meses, por lo que deberá estar finalizada para el otoño del año 2002. El tramo de la autopista Eibar-Vitoria adjudicado ayer unirá la localidad de Soraluce con el cruce de Málzaga, el punto donde la nueva vía entroncará con la autopista A-8 a la altura de Éibar. Había salido a licitación con un presupu...

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La Diputación de Guipúzcoa decidió ayer adjudicar las obras de la segunda fase de la autopista Éibar-Vitoria (A-1) a una unión temporal de empresas que está dispuesta a construir el tramo entre Bergara y Éibar por un total de 9.025 millones de pesetas (54,2 millones de euros) en un periodo de 36 meses, por lo que deberá estar finalizada para el otoño del año 2002. El tramo de la autopista Eibar-Vitoria adjudicado ayer unirá la localidad de Soraluce con el cruce de Málzaga, el punto donde la nueva vía entroncará con la autopista A-8 a la altura de Éibar. Había salido a licitación con un presupuesto de 11.325 millones de pesetas, IVA incluido, y con un plazo de ejecución de 42 meses.

Según informó ayer la Diputación guipuzcoana, la institución que construye y financia esta carretera que atraviesa el valle del Alto Deba hasta el límite con Álava, la oferta adjudicada fue considerada la más ventajosa, ya que permite un ahorro de 2.300 millones de pesetas y el adelanto de seis meses en el plazo de construcción.

La Unión Temporal de Empresas (UTE) en la que recayó ayer la adjudicación de la nueva fase es, además, la misma UTE que ha ejecutado la primera fase de la carretera. Esta integrada por las constructoras Moyúa, Murias, Altuna y Uria y Galdiano, cuatro empresas que han trabajado habitualmente en la construcción de las grandes infraestructuras de Guipúzcoa en la última década.

Las obras del tramo adjudicado en el consejo de diputados de ayer presentan una mayor complejidad respecto a la fase anterior, el que discurre entre Bergara-Norte y Soraluze, ya que deberá superar las dificultades orográficas de este tramo del río, el más angosto del Valle del Deba, así como otras derivadas de los accesos y del tráfico.

El tramo adjudicado ayer tiene, además, una importancia estratégica en relación al conjunto de la autopista ya que contiene el enlace de unión con la autopista A-8 a la altura de Málzaga, junto a Éibar. A partir de la vaguada de Sagar-Erreka, en Soraluze, donde finaliza la primera fase, consiste en la construcción del tronco central de dos kilómetros y medio de autopista hasta llegar a Málzaga donde se ubica el gran enlace. El nudo de unión entre las dos autopistas será un gran scalextric de cuatro ramales con unas longitudes que varían entre los 800 y los 1.400 metros. El trazado corresponde a una velocidad de 100 kilómetros/hora.

Con estas obras se completará el tramo de autopista entre Bergara norte y Eibar, a falta únicamente de las instalaciones de los túneles que se desarrollarán en proyectos independientes. Precisamente junto a la vaguada de Sagar-erreka, se ubicará el túnel de Eitza de 700 metros de longitud y, en el enlace de Málzaga se construirán cuatro túneles simples, de 200 metros de longitud cada uno para resolver el enlace con la mínima agresión al entorno montañoso de la zona.

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