Pedir a las empresas que "se desnuden"
Desde el Centro de Orientación e Información de Empleo (COIE) de Sevilla se consiguen prácticas remuneradas a los estudiantes de los últimos cursos que se pagan entre 40.000 y 60.000 pesetas y que tienen una duración de entre tres y 12 meses. La empresa asegura a este trabajador para cualquier incidencia que le ocurra. Y se supervisa que este trabajo que realizan los alumnos esté ajustado a las normas, que no se les explote. "Les exigimos a los empresarios un mes de formación exclusiva para ellos. Los estudiantes no valoran lo que les cuesta a los empresarios eso, no saben que preferirían paga...
Desde el Centro de Orientación e Información de Empleo (COIE) de Sevilla se consiguen prácticas remuneradas a los estudiantes de los últimos cursos que se pagan entre 40.000 y 60.000 pesetas y que tienen una duración de entre tres y 12 meses. La empresa asegura a este trabajador para cualquier incidencia que le ocurra. Y se supervisa que este trabajo que realizan los alumnos esté ajustado a las normas, que no se les explote. "Les exigimos a los empresarios un mes de formación exclusiva para ellos. Los estudiantes no valoran lo que les cuesta a los empresarios eso, no saben que preferirían pagar antes de retraer personal para las labores de enseñanza", explica Adolfo Fraile, director del COIE. Fraile asegura que no han recibido quejas de los alumnos porque les traten mal allá donde trabajan. "Algunas quejas mínimas, son fruto de la inmadurez de alguno de ellos, lo que cuentan no se sostiene en pie. Es que algunos creen que tienen que ser directores generales desde el primer día por el simple hecho de ser titulados. Hay que empezar de cajero terminalista por muy máster en económicas que se sea", dice Fraile.La mayoría de las firmas que trabajan con el COIE son pequeñas y medianas empresas. Aunque también las hay grandes, como Sevillana o El Monte, con el que mantienen un convenio aparte.
La última aventura del COIE es elaborar una guía de empresas. Cuando las tengan todas, les pedirán "que se desnuden", que digan qué profesional necesitan, qué currículo, qué perfil, qué condiciones económicas platearían.
La segunda tarea que se han encomendado este año consiste en sacar de su base de datos a 1.000 titulados que consiguieron un empleo gracias al COIE por unos meses y que no volvieron a inscribirse de nuevo al acabar el trabajo, algo que suelen hacer todos. Quieren saber dónde han ido a parar, si se reengancharon a la empresa, o si fueron a otra. Un seguimiento exhaustivo de lo que fue de ellos para poder aplicar lo que deduzcan a futuros contratos.