La formación de Gobierno, en manos del jefe del Estado
La formación del Gobierno austriaco está ahora en manos del jefe del Estado y no del recién elegido Parlamento, según dicta la Constitución de Austria. El presidente, Thomas Klestil -quien legalmente puede encargar la formación de Gobierno al partido que él prefiera-, es considerado como un partidario de la gran coalición, entre socialdemócratas (SPOE) y conservadores (OEVP).Sin embargo nunca descartó que se pudiera encargar al FPOE la formación del Gobierno de Austria, al contrario que dos de sus rivales en las pasadas presidenciales, que rechazaron rotundamente la perspectiva de admitir des...
La formación del Gobierno austriaco está ahora en manos del jefe del Estado y no del recién elegido Parlamento, según dicta la Constitución de Austria. El presidente, Thomas Klestil -quien legalmente puede encargar la formación de Gobierno al partido que él prefiera-, es considerado como un partidario de la gran coalición, entre socialdemócratas (SPOE) y conservadores (OEVP).Sin embargo nunca descartó que se pudiera encargar al FPOE la formación del Gobierno de Austria, al contrario que dos de sus rivales en las pasadas presidenciales, que rechazaron rotundamente la perspectiva de admitir desde la presidencia de la República un Gobierno de Haider. Ambas, la pastora protestante Waltraud Knoll y la jefa del Foro Liberal Heide Schmidt, quedaron relegadas con muy pocos votos.
Cuando Thomas Klestil, antiguo secretario general del ministerio de Asuntos Exteriores, fue elegido por primera vez presidente con el apoyo del OEVP, en 1992, su consigna era "El poder necesita control". En las últimas elecciones respondió a la incógnita de un futuro con Haider con otro lema: "La democracia necesita seguridad".
Dado que Klestil no considera a ningún partido político incapaz de gobernar, seguirá el proceso tradicional y encargará al partido mayoritario, en este caso el Socialdemócrata, la formación de Gobierno.
Antes, a comienzos de esta semana, entablará conversaciones con los demás partidos para sondear la situación. Obedeciendo al protocolo, el martes el Gobierno presentará su dimisión y el presidente le encargará la administración hasta que se concrete la nueva formación gubernamental.
De no concretarse ésta, queda la posibilidad de que el FPOE asuma la iniciativa, o en útlimo caso que se convoquen nuevas elecciones. Los observadores ven poco probable que el presidente apruebe la idea de un Gobierno de minoría, considerado poco estable.