No restañan las heridas

La Universidad de Alicante ha celebrado la apertura del curso y el Consell ha perdido la oportunidad de restablecer los puentes con dicha institución docente, dinamitados con motivo del secuestro de la Facultad de Medicina en beneficio de la Universidad Miguel Hernández, de Elche. Hubiera posiblemente bastado con que el Molt Honorable concurriera al acto acompañado de las primeras autoridades alicantinas. Pero todos escurrieron el bulto, incluido el consejero de Cultura, ocupado quizá en bailarle el agua a un colegio elitista y confesional. La presencia de la directora general del ramo, Carme...

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La Universidad de Alicante ha celebrado la apertura del curso y el Consell ha perdido la oportunidad de restablecer los puentes con dicha institución docente, dinamitados con motivo del secuestro de la Facultad de Medicina en beneficio de la Universidad Miguel Hernández, de Elche. Hubiera posiblemente bastado con que el Molt Honorable concurriera al acto acompañado de las primeras autoridades alicantinas. Pero todos escurrieron el bulto, incluido el consejero de Cultura, ocupado quizá en bailarle el agua a un colegio elitista y confesional. La presencia de la directora general del ramo, Carmen Martorell, que trata por todos los medios de restañar las heridas, no hizo más que delatar las ausencias, especialmente beligerantes por coincidir con el homenaje al ex rector Ramón Martín Mateo, un docente y humanista excepcional que no merecía este desaire. El zaplanismo en boga y ensorbecido prefiere mantenerse alejado. Las aulas no le sientan bien al PP.

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