Tribuna:

Revolución

NEGRITASALEJANDRO V. GARCÍA La revolución que, según Teófila Martínez, va a emprender el Partido Popular en Andalucía se ha localizado por el momento en Lanjarón (Granada) donde el alcalde, en un bando metafísico, ha prohibido a la población morir hasta que no encuentre los terrenos para construir el nuevo cementerio. El grito jubiloso de Manuel Fraga proclamando la propiedad de las calles es una nadería en comparación con la orden que el alcalde, José Rubio, ha dado a sus vecinos y al propio cielo para detener las defunciones. Mientras la izquierda maquilla sus convicciones sociales, los co...

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NEGRITASALEJANDRO V. GARCÍA La revolución que, según Teófila Martínez, va a emprender el Partido Popular en Andalucía se ha localizado por el momento en Lanjarón (Granada) donde el alcalde, en un bando metafísico, ha prohibido a la población morir hasta que no encuentre los terrenos para construir el nuevo cementerio. El grito jubiloso de Manuel Fraga proclamando la propiedad de las calles es una nadería en comparación con la orden que el alcalde, José Rubio, ha dado a sus vecinos y al propio cielo para detener las defunciones. Mientras la izquierda maquilla sus convicciones sociales, los conservadores regulan tanto los asuntos terrenos como los sobrenaturales. Hasta Dios ha sentido cómo un modesto alcalde le suspendía temporalmente sus competencias sobre el azar de la muerte. La noticia sólo ha provocado un caso de melancolía: el del enterrador, Cayetano Martín. Los demás están felices. Incluido un servidor. Este cronista ha asistido sin proponérselo y sin conocer siquiera de vista a los finados a más de una docena de entierros en Lanjarón, ya que los desfiles fúnebres discurren obligatoriamente por la avenida principal del pueblo que es, al mismo tiempo, la carretera de acceso a la Alpujarra. Un visitante sí y otro no de esta bella comarca se ve envuelto en un entierro en Lanjarón. En consecuencia, el bando del alcalde, además de alargar la vida, va a suponer un alivio para la circulación. Lo que no se sabe si es fruto de la revolución o de la perplejidad que le produjo la derrota son las misteriosas declaraciones con que el ex alcalde de Granada, Gabriel Díaz Berbel, ha debutado tras unas largas y placenteras vacaciones de verano. Las hizo en un programa de Tele 5. El periodista le preguntó si era un inconveniente que el candidato a la presidencia de la Generalitat del PP no fuera conocido. Y respondió: "Muchas veces lo desconocido es mejor que no te conozcan, porque si ya te conocen los defectos pues emiten un juicio". Inquietado, el informador repuso si es que el candidato tenía defectos, y Berbel añadió: "No, al revés, que a lo mejor es mejor lo malo desconocido". Y por eso, añadimos nosotros, todos los albañiles usan alpargatas blancas. Quizá la revolución política del PP consista en una Andalucía sin muertos y en la implantación de una sintaxis con el cuello cortado como Luis XVI.

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