El PP no condena el golpe de 1936 porque es imprudente hablar de "buenos y malos"

Después de que el PP se quedara solo al negarse a aprobar en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley que condenaba explícitamente el "golpe fascista militar contra la legalidad republicana", los populares comienzan a argumentar esa polémica decisión. Uno de los primeros en hacerlo fue el presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, para quien es "una imprudencia simplificar hasta el punto de decir que estos son los buenos y estos son los malos". Se refería con ello a los términos de la proposición de ley, en la que queda claramente reflejado que fue el levantamiento militar c...

Después de que el PP se quedara solo al negarse a aprobar en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley que condenaba explícitamente el "golpe fascista militar contra la legalidad republicana", los populares comienzan a argumentar esa polémica decisión. Uno de los primeros en hacerlo fue el presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, para quien es "una imprudencia simplificar hasta el punto de decir que estos son los buenos y estos son los malos". Se refería con ello a los términos de la proposición de ley, en la que queda claramente reflejado que fue el levantamiento militar contra el orden constitucional republicano el que desencadenó la Guerra Civil española, y por ello se condena esa sublevación.

El secretario general del PP, Javier Arenas, fue aún más lejos y acusó al PSOE de estar intentando "dividir a los españoles" con iniciativas como ésta. La proposición no de ley nació instigada por los socialistas, pero todos los demás grupos representados en el Parlamento, incluidos los socios nacionalistas del Gobierno, la apoyaron y criticaron duramente al PP por no hacerlo.

Arenas está convencido de que lo "más saludable" para la democracia española sería "no hablar más de las dos Españas" sino del futuro y de "la España del siglo XXI de la concordia". También el ministro de Economía, Rodrigo Rato, se mostró contrario a "reabrir las cuestiones de la Guerra Civil".

La misma línea de defender que este asunto está ya superado y no debe ser discutido ahora la siguieron ayer otros dirigentes del PP, como Teófila Martínez, presidenta de este partido en Andalucía, para quien esta polémica "no viene a cuento".

Sin embargo, y a pesar del desprecio que los populares parecen mostrar por este polémico debate sobre al golpe militar de 1936, el resto de los partidos, algunos sindicatos e incluso historiadores lanzaron ayer duras críticas contra la actitud del PP en todo este asunto.

El más duro fue el PNV quien, a traves de su portavoz, Iñaki Anasagasti, reprochó al PP haber cometido el "inmenso error" de "representar al franquismo y a Francisco Franco" al no sumarse a la iniciativa del resto de los grupos.

Los socialistas aprovecharon esta situación para tratar de demostrar que el viaje al centro tantas veces proclamado por el PP no es tal. Ramón Jáuregui, responsable de Política Autonómica, justificó la actitud del PP en que es "heredero de situaciones de la vieja derecha que no le permiten condenar el golpe militar". Izquierda Unida siguió esta misma línea argumental para decir que todo este asunto ha puesto de relieve la "cadena" que une al PP con el "pasado negro del franquismo". El portavoz de este grupo en la comisión de Asuntos Exteriores, José Navas, se lamentó de que el PP no haya logrado aún, "pese a sus constantes viajes ideológicos, posicionarse contra el golpe militar".

El sindicato UGT, en un comunicado, acusa al presidente José María Aznar de "demagogo" por pedir a los profesores que no enseñen una historia falseada al mismo tiempo que su partido se niega a condenar el alzamiento de 1936.