Los socialistas ofrecen al PP su apoyo para la política de vivienda en Vitoria
El Partido Popular tiene todo de su parte para, pese a gobernar en minoría, sacar adelante la política de vivienda en Vitoria, su gran reto de la legislatura. Los socialistas ofrecieron ayer su apoyo al alcalde, Alfonso Alonso, aunque con pequeñas condiciones, como la creación de un parque público de pisos en alquiler. Ambos partidos pretenden renegociar el convenio urbanístico heredado de la anterior corporación. En el lado contrario se sitúa el PNV, que en una línea crítica acusa al PP de "vivir de las rentas de Cuerda".
Sin tan siquiera haber solicitado la ayuda de los socialistas, e...
El Partido Popular tiene todo de su parte para, pese a gobernar en minoría, sacar adelante la política de vivienda en Vitoria, su gran reto de la legislatura. Los socialistas ofrecieron ayer su apoyo al alcalde, Alfonso Alonso, aunque con pequeñas condiciones, como la creación de un parque público de pisos en alquiler. Ambos partidos pretenden renegociar el convenio urbanístico heredado de la anterior corporación. En el lado contrario se sitúa el PNV, que en una línea crítica acusa al PP de "vivir de las rentas de Cuerda".
Sin tan siquiera haber solicitado la ayuda de los socialistas, el PP ya se ha encontrado con un aliado en materia de vivienda. En realidad, el entendimiento con el PSE-EE es su única salida, porque si quiere sacar adelante su plan de choque para construir 11.014 viviendas en esta legislatura difícilmente hallará respaldo en el PNV. Los dos principales partidos de la oposición en el Ayuntamiento fijaron ayer sus posturas. Los nacionalistas no apoyarán al equipo de Alfonso Alonso en nada que suponga reformar el convenio firmado por el anterior alcalde, el peneuvista José Ángel Cuerda. Creen que no debe tocarse ni una coma. Es más, acusan al PP de "ser rehén de sus pronunciamientos de la legislatura anterior", porque los populares anunciaron hace meses que mandarían a la papelera el plan de suelo de Cuerda y ahora aclaran que su intención es sólo modificarlo. Ese acuerdo, firmado por el anterior alcalde y los dueños particulares de terrenos en Salburua y Zabalgana, permitiría municipalizar 6,2 millones de metros cuadrados de suelo. Allí se edificarán 21.074 viviendas. El nuevo gobierno quiere cambiarlo en una sola cuestión. Pretende obligar a los propietarios del terreno a establecer unos plazos en la construcción de los pisos. En esto, cuentan con el apoyo total de los socialistas, que desde la pasada legislatura insistieron en este punto. Su portavoz, Jesús Loza, pide que se vaya más allá y se incluya "una cláusula de penalización" para quienes incumplan las fechas de ejecución. El PNV, en cambio, sostiene que los plazos los puede imponer el Ayuntamiento dentro del planeamiento urbano, sin necesidad de introducir cambios en el convenio. Las coincidencias entre los programas del PP y los socialistas son mayores que las divergencias. Sólo que para un respaldo total, el PSE pone también como condición que se cree un parque municipal de viviendas de alquiler y que no se rebaje el porcentaje de pisos de protección oficial previstos en el convenio de Salburua y Zabalgana: un 70% de los 21.074. El PNV ha adoptado una posición más beligerante con el equipo de Alonso. La portavoz nacionalista, María Jesús Aguirre, acusó ayer al gobierno municipal del PP y UA de "falta de ideas", de "inexperiencia" y de caer en un "despiste general". "No tienen programa", concluyó el principal grupo de la oposición.