La Comunidad tramita el cierre de una residencia por seis sanciones leves

La Comunidad de Madrid ha abierto un expediente de clausura a la residencia de ancianos Virgen de la Oliva, en Aravaca. La acumulación de seis sanciones leves en los últimos tres años, por deficiencias higiénico-sanitarias, ha obligado a la Consejería de Servicios Sociales a tramitar el cierre del recinto, en el que residen 49 ancianos.El anuncio lo hizo ayer la consejera Pilar Martínez, que precisó que debido a los trámites administrativos necesarios el cierre se ejecutará dentro de dos meses. Martínez explicó que el centro se ha inspeccionado en 16 ocasiones desde 1996. De esas investigacion...

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La Comunidad de Madrid ha abierto un expediente de clausura a la residencia de ancianos Virgen de la Oliva, en Aravaca. La acumulación de seis sanciones leves en los últimos tres años, por deficiencias higiénico-sanitarias, ha obligado a la Consejería de Servicios Sociales a tramitar el cierre del recinto, en el que residen 49 ancianos.El anuncio lo hizo ayer la consejera Pilar Martínez, que precisó que debido a los trámites administrativos necesarios el cierre se ejecutará dentro de dos meses. Martínez explicó que el centro se ha inspeccionado en 16 ocasiones desde 1996. De esas investigaciones se derivaron seis sanciones por faltas que tenían que ver con "deficiencias en las instalaciones eléctricas y en el mobiliario, falta de personal y limpieza del centro y la falta de licencia de uno de los cinco chalés que tiene la residencia". La última revisión se llevó a cabo el pasado miércoles y los inspectores descubrieron que faltaba personal para atender a los mayores. Las continuas infracciones de la residencia le han significado a este centro una deuda por multas con la Comunidad de 13 millones de pesetas. El expediente no se había abierto antes porque, según la consejera, "los ancianos no se encontraban en peligro inminente".

Martínez señaló que la Comunidad no ha recibido ninguna denuncia de malos tratos a los ancianos, tal como manifestaron a El Mundo varios ex trabajadores del centro que no se identificaron. La Consejería de Servicios Sociales también anunció ayer que impulsará una modificación de la ley que permita abrir un registro de titulares de residencia "para que cuando se presenten esos casos se le retire el carné al titular y éste no pueda volver a abrir una residencia".

"Es una venganza"

La directora de la residencia Virgen de la Oliva, Cristina Carracedo, por su parte, negó las acusaciones de dos ex trabajadores. Señaló que hasta ayer ningún familiar había acudido a recoger a sus familiares y que los residentes son libres para salir y entrar del centro. "No es más que una venganza de dos empleadas que trabajaron aquí. Además, de ser ciertas sus acusaciones, habrían incurrido en graves responsabilidades por no haber denunciado ante la justicia un trato tan degradante", manifestó.

La directora aseguró que, hasta ayer, la Comunidad no había notificado el expediente de clausura. Carracedo negó el acceso a los medios de comunicación al interior de los inmuebles donde se alojan los ancianos alegando que así pretendía salvaguardar "la intimidad de los mayores y de sus familiares". Felipe de Castro Guerra, de 62 años, el único residente con el que pudo hablar este periódico, calificó de "inmejorable" la atención que reciben en la residencia. "Si hubiera visto algún maltrato, no lo habría permitido. Todas las empleadas son unas personas extraordinarias", explicó De Castro, que lleva 22 meses en el centro.

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