Derechos Humanos critica la campaña de la Junta sobre las muertes en el Estrecho

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) se desmarcó ayer de la campaña No más muertes en el Estrecho con la que la Junta pretende acabar con el tráfico de inmigrantes y las mafias organizadas en las costas de la comunidad. Para este colectivo, que lleva ocho años utilizando como "bandera de protesta, sensibilización y denuncia" el mismo lema que ahora asume la Junta, esta iniciativa es una "campaña hipócrita". "Como todas las demás campañas contra la xenofobia y el racismo, no es más de un proyecto de imagen y de opinión, que no dudamos que tendrá algún efecto beneficioso, per...

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) se desmarcó ayer de la campaña No más muertes en el Estrecho con la que la Junta pretende acabar con el tráfico de inmigrantes y las mafias organizadas en las costas de la comunidad. Para este colectivo, que lleva ocho años utilizando como "bandera de protesta, sensibilización y denuncia" el mismo lema que ahora asume la Junta, esta iniciativa es una "campaña hipócrita". "Como todas las demás campañas contra la xenofobia y el racismo, no es más de un proyecto de imagen y de opinión, que no dudamos que tendrá algún efecto beneficioso, pero que en el fondo no ataca el problema de raíz", dijo ayer Rafael Lara, delegado de APDHA en la Bahía de Cádiz, quien puso en duda la eficacia de las medidas que se van a emprender: "¿Alguien piensa que una campaña de anuncios, dípticos y carteles va a disuadir a los inmigrantes de encontrar, por más riesgo que conlleve, una vida más digna?". Para la APDHA, los verdaderos problemas de fondo deberían ser tratados mediante una campaña de cooperación al desarrollo "de calidad" que garantizase "trabajo, casa y dignidad" a los inmigrantes. "Todo lo demás es imagen y más imagen, cuando esas miles de personas están esperando otras palabras y sobre todo están esperando hechos", declaró Lara. En su opinión, la única salida real a los problemas de la inmigración pasan por una modificación de la actual ley de Extranjería porque los inmigrantes no esperan que se les diga que las pateras son peligrosas, sino que se les facilite la libre circulación y que su entrada a España sea más sencilla.