Cientos de vecinos reprueban el pacto de gobierno en Boadilla

La reelegida alcaldesa de Boadilla del Monte, Nieves Fernández (PP), juró ayer su cargo, aunque nadie pudo oírla. Los abucheos de cientos de vecinos que asistieron al pleno de investidura impidieron a la regidora iniciar su tercer mandato con el tradicional discurso de agradecimiento. El motivo del enfado popular fue el inesperado pacto alcanzado a última hora del viernes por el PP (ocho concejales) y Los Verdes (dos), cuyo cabeza de lista, Ángel Galindo, había anunciado hace apenas una semana su intención de llegar a un acuerdo con los cuatro ediles de Eficacia Independiente y los tres del PS...

La reelegida alcaldesa de Boadilla del Monte, Nieves Fernández (PP), juró ayer su cargo, aunque nadie pudo oírla. Los abucheos de cientos de vecinos que asistieron al pleno de investidura impidieron a la regidora iniciar su tercer mandato con el tradicional discurso de agradecimiento. El motivo del enfado popular fue el inesperado pacto alcanzado a última hora del viernes por el PP (ocho concejales) y Los Verdes (dos), cuyo cabeza de lista, Ángel Galindo, había anunciado hace apenas una semana su intención de llegar a un acuerdo con los cuatro ediles de Eficacia Independiente y los tres del PSOE para desbancar a Fernández de la alcaldía.

"Echar al PP es echar a la chulería, la prepotencia y la Edad Media", había dicho entonces Galindo, que ayer se llevó la peor parte de la reprimenda vecinal: "¡Canalla!", "¡traidor!", "¡basura!" y "¡Corleone!". Muchos de los vecinos recordaban, congregados a la salida del pleno, los múltiples enfrentamientos protagonizados en el pasado por el edil y la alcaldesa, que llegaron a saldarse en varias ocasiones con la expulsión de Galindo del salón de plenos. "Ángel y yo tenemos dos personalidades muy fuertes, pero al menos decimos las cosas a la cara", replicó la regidora ante los gritos de reprobación. José María Amézqueta, cabeza de lista de Eficacia Independiente y cuya candidatura a alcalde fue apoyada por el PSOE, leyó un comunicado en el que denunció los "intereses espurios" que animan el pacto de PP y Verdes, y acusó a Galindo de "venderse por una tenencia de alcaldía y dos delegaciones". Independientes y socialistas anunciaron su propio "pacto de legislatura" para los próximos cuatro años y que presentarán una lista única en futuras elecciones.

Tras la votación, que otorgó al PP los 10 ediles necesarios para gobernar con mayoría absoluta, Galindo pidió la palabra para responder a los "insultos" de vecinos y adversarios políticos. La oposición abandonó el pleno acompañada por gran parte de los asistentes y profiriendo cánticos como Vamos a contar mentiras. Galindo, concejal de IU hasta hace seis meses y ex militante del PSOE, culpó a sus antiguos colegas de haberle "engañado" y defendió su pacto con el PP como la mejor opción para "cambiar la política de la alcaldesa". Galindo aseguró que ahora es de Nueva Izquierda, lo que negaron con rotundidad dirigentes de este partido.