Más mujeres y más independientes

El consistorio constituido ayer en el Ayuntamiento de Barcelona es el que mayor número de concejales renueva, 23 de los 41, y el que más mujeres y más ediles independientes tiene de toda su historia. El nuevo plenario es por tanto, en muchos aspectos, el más renovador desde que se constituyó el primer ayuntamiento democrático, en 1979. Catorce mujeres se colocaron ayer la banda de concejal; la proporción, aunque todavía está lejos de ser paritaria, empieza a reflejar el mismo fenómeno que se está produciendo en la sociedad: la incorporación de las mujeres a todos los ámbitos, y en particular ...

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El consistorio constituido ayer en el Ayuntamiento de Barcelona es el que mayor número de concejales renueva, 23 de los 41, y el que más mujeres y más ediles independientes tiene de toda su historia. El nuevo plenario es por tanto, en muchos aspectos, el más renovador desde que se constituyó el primer ayuntamiento democrático, en 1979. Catorce mujeres se colocaron ayer la banda de concejal; la proporción, aunque todavía está lejos de ser paritaria, empieza a reflejar el mismo fenómeno que se está produciendo en la sociedad: la incorporación de las mujeres a todos los ámbitos, y en particular de las que tienen capacidad de decisión y mando a los puestos que la requieren. Un vistazo a los anteriores consistorios de Barcelona puede dar una idea clara de la evolución de la incorporación de las mujeres al gobierno municipal. En 1979 tres mujeres se sentaron en el Saló de Cent: dos del PSC y una del PSUC. En 1983 fueron cuatro: tres de los 21 regidores que lograron los socialistas y una de los 13 que obtuvo CiU. Cuatro años más tarde, en 1987, eran mujeres cuatro de los 21 regidores del PSC, una de los 17 de CiU y una de los dos que consiguió Iniciativa per Catalunya. En 1991 repitieron seis mujeres: tres del PSC, dos de CiU y una de IC. Hasta 1995 no entró ninguna mujer en las formaciones más conservadoras. En este último mandato, estas formaciones han sumado nueve mujeres: cuatro de los 16 regidores del PSC, dos de los 13 de CiU, una del PP, una de IC y otra de ERC. En el consistorio estrenado ayer hay 14: seis de los 20 regidores del PSC, cuatro de los 10 de CiU, dos de los seis del PP, una de los tres de ERC y una de IC-V. "Las mujeres aportan una especial sensibilidad a la forma de ejercer, no sólo en política, sino en toda la actividad profesional que emprendan. Eso es una realidad que se palpa en la sociedad y es cuestión de justicia y reconocimiento que esta realidad se refleje en el Ayuntamiento", sostiene Maravillas Rojo, regidora independiente del equipo de Joan Clos, que repite en este mandato. Además del incremento de mujeres, otro fenómeno se está consolidando en el Ayuntamiento barcelonés: la incorporación de independientes en las formaciones políticas, especialmente significativa en la lista del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Si en 1995 Pasqual Maragall fichó a tres -Maravillas Rojo, Teresa Sandoval y Carmen San Miguel-, el alcalde Clos ha ampliado a cinco el número de independientes: Rojo, San Miguel, Núria Carrera, Marina Subirats y Vladimir de Semir. De los fichajes del anterior mandato, la única que no repite es Teresa Sandoval, que, no obstante, es muy probable que siga vinculada al consistorio. Por primera vez CiU también cuenta con una independiente: la abogada Magda Oranich, que fue captada por Molins y decidió dejar su despacho profesional. La letrada -que también fue diputada de Iniciativa per Catalunya- opina que se pueden hacer aportaciones a la política de muchas formas. Marina Subirats, socióloga y una de las personalidades independientes fichadas por Clos, considera que es saludable el paso del ejercicio profesional a la política y viceversa. "Pero pienso que esa distinción que se realiza hoy todavía con tanta claridad entre perfil político y profesional acabará desapareciendo. Estamos entrando en una etapa democrática muy diferente", afirma. Ella define su propia experiencia como un "paréntesis" y está convencida de que podrá aplicar su bagaje profesional a una tarea tan compleja como la de gobernar una ciudad. En el consistorio que se constituyó ayer ya no estaban algunos puntales de la política municipal de Barcelona en los últimos años, entre ellos Miquel Roca, Eulàlia Vintró y Alberto Fernández Díaz. Los dos últimos acumularon una larga experiencia como regidores: Vintró llevaba 16 años en el gobierno, y Fernández Díaz, 12 años como concejal de la oposición. Pero no son los únicos veteranos que desaparecen. La lista es más larga: Pilar Rahola, Joan Fuster, Josep Maria Vegara y Joaquim de Nadal. Este veterano concejal socialista realizó el pasado miércoles -el día en que se celebró el último pleno del consistorio saliente- uno de los discursos más sentidos. Entre otras cosas, dijo que cuando se es concejal de la ciudad de Barcelona se acaba por padecer algo parecido a un virus de regidor que no se logra superar. Por la renovación han apostado fuertemente todas las formaciones políticas: nueve de los 20 regidores del PSC se estrenan; en el caso de CiU, son siete los nuevos regidores, y tres entre los seis del PP.

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