Portugal excluye a la compañía española Repsol en la privatización de la empresa petrolera Galp

El Gobierno portugués ha excluido a Repsol de la privatización del consorcio petrolero Galp SGPS, propiedad del Estado en un 61% -porcentaje valorado en unos 400.000 millones de pesetas-. El ministro de Economía, Joaquim Pina Moura, negó que el veto guarde relación con el polémico acuerdo alcanzado entre el BSCH y el grupo Champalimaud, y justificó la decisión en que "no sería bueno para el mercado ibérico, ni para el europeo, la alianza con una empresa de gran dimensión, que obtendría una posición dominante en el sector".

A pesar de que el Gobierno portugués no ha rechazado la entrada ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Gobierno portugués ha excluido a Repsol de la privatización del consorcio petrolero Galp SGPS, propiedad del Estado en un 61% -porcentaje valorado en unos 400.000 millones de pesetas-. El ministro de Economía, Joaquim Pina Moura, negó que el veto guarde relación con el polémico acuerdo alcanzado entre el BSCH y el grupo Champalimaud, y justificó la decisión en que "no sería bueno para el mercado ibérico, ni para el europeo, la alianza con una empresa de gran dimensión, que obtendría una posición dominante en el sector".

A pesar de que el Gobierno portugués no ha rechazado la entrada en la privatización de Galp de otras compañías españolas, como Cepsa (controlada por la francesa Elf), Iberdrola o Gas Natural, fuentes financieras españolas no dudan en calificar este nuevo veto como otra vuelta de tuerca en la operación de acoso a firmas españolas, tras la oposición portuguesa a la alianza entre el BSCH y Champalimaud. Asimismo, el semanario Independente publicó ayer la filtración de una conversación entre el embajador portugués en Madrid, António Martins da Cruz, y el rey Juan Carlos en la que el Monarca, durante la presentación de credenciales del primero, el pasado día 22, habría defendido supuestamente la operación realizada por el BSCH en Lisboa.Fuentes españolas calificaron, como mínimo, de "insólito" que un embajador difunda un comentario privado con el jefe del Estado anfitrión, especialmente sobre un asunto que sin duda ha enturbiado las relaciones bilaterales.

Discriminación

La compañía Repsol afirmó ayer no entender la presunta discriminación de Lisboa a su posible entrada en la privatización de Galp, dado que en ningún momento alcanzarían una posición dominante en el mercado, como justifica Pina Moura, cuando la propia Cepsa tiene una mayor implantación en el sector petrolero de Portugal. Repsol, que interpreta que "no existen hechos objetivos" para el rechazo, ha elevado ya una queja al Gobierno portugués, aunque no ha decidido si interpondrá recurso. El ministro de Economía portugués sostiene que la exclusión de Repsol pretende evitar una posición dominante de esa compañía en tierras lusas, así como "crear una asociación equilibrada que garantice la competencia".

No obstante, el Ejecutivo portugués no ha cerrado el paso, por el momento, a las compañías Cepsa (controlada por la francesa Elf), Iberdrola y Gas Natural, que, junto a otros nueve grupos extranjeros, compiten para asociarse con Galp.

Pina Moura recordó que el Gobierno portugués tomó una decisión similar en la elección del socio estratégico de Electricidade de Portugal (EDP), donde finalmente eligió como socio a Iberdrola, en detrimento de una compañía mayor, Endesa.

El ministro negó cualquier relación del caso con el veto gubernamental a la alianza entre el BSCH y Champalimaud. "La prueba", dijo, "es que las cartas de invitación fueron enviadas el pasado 2 de junio y el anuncio de la alianza sólo se produjo el día 7". Otra prueba de que no existe ninguna discriminación, añadió, lo constituye el que otras empresas españolas aún sean candidatas a esa privatización.

Fuentes económicas lusas reconocen que la decisión gubernamental forma parte "de una campaña de represalias contra la creciente presencia española en sectores estratégicos lusos", adoptada tras la alianza del BSCH con el grupo Champalimaud, sin consultar previamente al Gobierno. Repsol no había recibido nunca ningún indicio de la negativa que ahora recibido.

El Diario Económico sostiene que la petrolera Repsol aún puede acceder al capital de Galp a través de su participada Gas Natural, de la que posee un 45% de acciones. El capital de Galp se distribuye entre el Estado, con un 61,6%; la compañía Petrocontrol (32,2%), EDP (3,4%) y Caixa Geral Depósitos (CGD), con el 2,8%. La privatización del 42,5% de Galp tiene como límite el 31 de diciembre del 2001 Antes de esa fecha debe elegir socio estratégico.

Archivado En