Otro Consejo metropolitano

Como la famosa Penélope, los políticos se dedican a tejer y destejer el Consell Metropolità de l"Horta. En septiembre disolverán el organismo vigente -y renqueante- para sacarse de la manga uno de nuevo diseño. Se ignoran las causas de esta muerte y resurrección, que puede resultar perfectamente inútil si tal maniobra no conlleva la voluntad política compartida de otorgarle a esta entidad los atributos necesarios para ordenar el territorio de su jurisdicción. Si de lo que se trata es de renovar poltronas y redistribuir dietas, mejor sería dejar las cosas como están, gestionando aguas y basuras...

Como la famosa Penélope, los políticos se dedican a tejer y destejer el Consell Metropolità de l"Horta. En septiembre disolverán el organismo vigente -y renqueante- para sacarse de la manga uno de nuevo diseño. Se ignoran las causas de esta muerte y resurrección, que puede resultar perfectamente inútil si tal maniobra no conlleva la voluntad política compartida de otorgarle a esta entidad los atributos necesarios para ordenar el territorio de su jurisdicción. Si de lo que se trata es de renovar poltronas y redistribuir dietas, mejor sería dejar las cosas como están, gestionando aguas y basuras al tiempo que cumple la triste función de repartir "pesebre" a las clientelas partidarias. Una opción que tiene visos de fatalidad porque ni socialistas ni populares -salvo lúcidas excepciones- han querido saber nada de este ente supramunicipal, siempre afligido por las codicias, los aprietos económicos y la merma de sus competencias. Para seguir así, mejor que muera de una vez y descanse en paz hasta que se aclaren las ideas y la voluntad.