El periódico del Vaticano arremete contra la sentencia porque "repugna"

"Ha sido perturbada la jerarquía del derecho y la justicia, y perpetrada una grave violación que repugna a la conciencia", escribió ayer L"Osservatore Romano sobre la sentencia que otorga a un transexual la tutela de la hija de su pareja fallecida. El jueves lo había dicho en castellano el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Asenjo, obispo auxiliar de Toledo. L"Osservatore Romano, que es como el boletín oficial del Vaticano, se ha sentido "indignado por esa adopción", como rezaba ayer la agencia de noticias France Presse, al hacerse eco de la noticia publicada el j...

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"Ha sido perturbada la jerarquía del derecho y la justicia, y perpetrada una grave violación que repugna a la conciencia", escribió ayer L"Osservatore Romano sobre la sentencia que otorga a un transexual la tutela de la hija de su pareja fallecida. El jueves lo había dicho en castellano el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Asenjo, obispo auxiliar de Toledo. L"Osservatore Romano, que es como el boletín oficial del Vaticano, se ha sentido "indignado por esa adopción", como rezaba ayer la agencia de noticias France Presse, al hacerse eco de la noticia publicada el jueves por EL PAÍS. El periódico oficial de la Santa Sede, mediante un artículo firmado por el teólogo Gino Concetti, dice que "ha sido vilipendiada la dignidad de la niña, condicionada y desprovista de su voluntad hasta eliminar la dimensión de la familia constituida de una madre y de un padre naturales y biológicos". "La novedad en materia sexual y familiar se pagan a un precio caro por parte de los inermes e indefensos", añade antes de lamentar que en muchas naciones de la Unión Europea avance el reconocimiento jurídico de las parejas homosexuales, incluida su facultad de adopción.

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En un colegio de monjas

La pequeña tutelada por la transexual Eva (jurídicamnete Alfredo) tiene 11 años y acude cada día a un colegio de monjas de Sevilla, primorosamente aseada por su madre, que es peluquera. Y es que Eva, además de creyente y tutora entusiasmada, proclamó ayer esta otra fe: "Creo en la igualdad de todos y en el amor al prójimo, y creo que el colegio de monjas es un buen sitio para que mi hija lo aprenda". Cuando la niña tomó la primera comunión, sólo tres meses después de la muerte del padre, Eva organizó una gran fiesta, como el resto de las familias del barrio. Con todos se lleva bien y dice maravillas de las monjas que educan a la niña. "Es que hay muchísima gente estupenda por ahí", añade.

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