AENA traza un plan de choque para evitar un verano caótico en Barajas

Barajas se ha preparado para atender el verano más delicado de su historia. El caos que aterrizó hace dos años en el aeropuerto de Madrid, y que costó el puesto a varios altos cargos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), amenaza el desarrollo de las vacaciones de miles de personas en la época de más actividad y más complicada gestión de Barajas. El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, se juega el prestigio de su gestión tras dos años de una dirección llena de desaciertos en la política aeroportuaria del país, según ha denunciado la oposición en el Congreso de los Diputados....

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Barajas se ha preparado para atender el verano más delicado de su historia. El caos que aterrizó hace dos años en el aeropuerto de Madrid, y que costó el puesto a varios altos cargos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), amenaza el desarrollo de las vacaciones de miles de personas en la época de más actividad y más complicada gestión de Barajas. El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, se juega el prestigio de su gestión tras dos años de una dirección llena de desaciertos en la política aeroportuaria del país, según ha denunciado la oposición en el Congreso de los Diputados. Este verano, Barajas tiene previstas más de 68.000 operaciones (entre aterrizajes y despegues), que afectarán a unos siete millones de viajeros. AENA, por si acaso, ya ha aventurado que el 30% de los vuelos pueden sufrir algún retraso. Fomento ha fichado para Madrid al director del aeropuerto de Sondika, Segismundo López-Santacruz, y ha diseñado un plan de choque para evitar el caos. Si demuestra su efectividad, el plan seguirá en vigor durante el resto del año.

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López-Santacruz cree que el principal inconveniente de Barajas en verano es que la mayoría de pasajeros no están acostumbrados al uso del aeropuerto y necesitan información adicional. Los chaquetas verdes (personal de información de tierra), que atendían hasta ahora sentados en pequeños puestos, informarán de pie tras grandes mostradores "para estar a la misma altura que el cliente", según López-Santacruz.

Coordinación

"El cliente de Barajas tiene que salir satisfecho con el trato recibido"

"Esa coordinación va a permitir, por ejemplo, que los pasajeros de la clase de negocios o de la zona VIP embarquen cuando a la compañía le venga mejor. Unas prefieren que sean los primeros y que acudan en fila; otras apuestan porque suban los últimos y vayan acompañados de azafatas. Este plan permite satisfacer esas necesidades", dice López-Santacruz. El primer día de julio del año pasado salieron de Barajas más de 80.000 viajeros: 50.000 sufrieron retrasos superiores a los 30 minutos y se cancelaron 26 vuelos (2.600 personas afectadas). El primer fin de semana de julio 15.000 maletas se quedaron en tierra. "En esos momentos, el cliente busca alguien que le haga caso y que le asegure que va a llegar a su destino. Bastantes problemas tiene con llegar a un lugar que no conoce", explica López-Santacruz.

Para que los pasajeros acudan informados al aeropuerto se ha puesto en marcha un teléfono único de información (902 35 35 70) que facilitará desde los horarios de los vuelos a cómo se debe llevar una tortuga para un viaje en avión. Una operadora responderá, como muy tarde, al tercer tono de teléfono. El sistema informático elegirá los puestos que estén vacíos para anular las esperas. Todas las consultas se anotarán para tener un archivo y comprobar, tras un tiempo, las cuestiones que más preocupan a los clientes de Barajas.

Los directivos de Barajas han puesto un énfasis especial en solucionar los problemas en los llamados "vuelos calientes" (aviones con alguna incidencia). Los chaquetas verdes acudirán de inmediato a informar a estos pasajeros y les darán todas las soluciones posibles a su alcance. Pero siempre actuarán en caso de que la compañía no haya tomado medidas con antelación.

Dos restaurantes del aeropuerto estarán abiertos toda la noche para poder ofrecer un refrigerio a los que sufran alguna incidencia en su vuelo. Si se ven obligados a pernoctar en Madrid, se les buscará "de inmediato" un alojamiento o se buscarán las soluciones posibles para que salgan con otras compañías aéreas. "Buscaremos todas las salidas posibles al problema", afirma López-Santacruz.

El aeropuerto, ayer, vivió una jornada muy tranquila. El retraso medio del día alcanzó los 20 minutos (16 en las llegadas y 24 en las salidas), según explicó un portavoz de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). No se registró ninguna cancelación durante la jornada. El aeropuerto de Barajas tuvo ayer 692 operaciones.

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