La OCDE prevé que la UE relevará a EEUU como motor del crecimiento en el año 2000

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apostó ayer que la UE relevará a Estados Unidos en el papel de motor económico internacional al inicio del próximo milenio. En el 2000, la UE crecerá un 2,4%, mientras que EEUU, un 2%, según la OCDE. En su informe semestral subraya un leve empeoramiento de las perspectivas para este año respecto a 1998, aunque es hoy más optimista respecto a 1999 de lo que era en noviembre pasado. Para el conjunto de los 29 países que integran la organización prevé un crecimiento del 2,2% este año y del 2,1% para el 2000.

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apostó ayer que la UE relevará a Estados Unidos en el papel de motor económico internacional al inicio del próximo milenio. En el 2000, la UE crecerá un 2,4%, mientras que EEUU, un 2%, según la OCDE. En su informe semestral subraya un leve empeoramiento de las perspectivas para este año respecto a 1998, aunque es hoy más optimista respecto a 1999 de lo que era en noviembre pasado. Para el conjunto de los 29 países que integran la organización prevé un crecimiento del 2,2% este año y del 2,1% para el 2000.

Las previsiones de crecimiento de la OCDE para los 29 países más industrializados en este año (2,2%) han empeorado ligeramente respecto a las de 1998 (2,3%). Sin embargo, éstas son mucho más optimistas que las que la organización proyectó en noviembre pasado. La OCDE ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para 1999 en 0,5 puntos con respecto a sus cifras de noviembre, principalmente debido a una economía bastante más dinámica en EEUU. Por el contrario, la organización vuelve a revisarlas a la baja para el 2000. Así, en noviembre pasado predijo que el crecimiento sería del 2,3% y ayer lo redujo al 2,1%.Aunque en 1999 la economía de EE UU crecerá un 3,6%, y la de la UE, un 1,9%, esta situación cambiará en el 2000, año en el que se prevé que la UE registre el crecimiento regional más fuerte de la OCDE, con un 2,4%, mientras que EE UU crecerá un 2%. Sobre esta base, la organización prevé que Europa relevará a EE UU como motor de la economía mundial al inicio del próximo milenio

Para la organización, "la situación económica mundial y en la zona de la OCDE parece ahora más satisfactoria que hace seis meses". Los mercados han recuperado la confianza y la calma y algunos países de Asia, como Corea de Sur, se recuperan más rápidamente de lo previsto.

Proteccionismo

La OCDE advierte contra cualquier tentación de ceder al proteccionismo porque, "debido a los efectos de la crisis asiática y las divergencias coyunturales entre las principales regiones de la OCDE, el déficit de la balanza por cuenta corriente ha tendido a aumentar en los dos últimos años". El fenómeno está particularmente ilustrado por el déficit de EEUU, y su contrapartida, el excedente japonés.

En el periodo de 1999 al 2000, "la inflación seguirá débil prácticamente en todos los países miembros, y el paro se mantendrá, en general, invariable", subraya la OCDE. Disparidad regional

El informe refleja grandes disparidades entre el dinamismo de EEUU, que continuará este año, el marasmo continuo de Japón y la ralentización del crecimiento en Europa, principalmente a causa de Alemania e Italia. La OCDE considera que el nivel elevado de confianza de los consumidores y una recuperación gradual de los mercados de exportación "provocará una aceleración del crecimiento durante 1999". La OCDE apela a algunos países de la zona euro (Alemania, Francia e Italia, principalmente), cuyas situaciones presupuestarias siguen siendo frágiles, a aprovechar cualquier mejora de la coyuntura para sanear sus finanzas públicas y su demanda, y a "continuar más enérgicamente" las reformas estructurales. El informe también destaca que la economía del Reino Unido estará en peligro de recesión en 1999, con un crecimiento que se desacelerará al 0,7% frente al 2,1% alcanzado en 1998. Luego, en el 2000, se recuperará hasta el 1,6%. También ayer se conoció que el IPC británico de abril subió un 0,7%.

La organización prevé, asimismo, una ralentización de la actividad estadounidense el próximo año. Subraya en particular los "desequilibrios crecientes" que caracterizan la economía de EEUU: mercados bursátiles históricamente elevados, ahorro de los hogares muy débil y un "déficit creciente" del saldo de las operaciones corrientes. En términos prudentes, la OCDE deja entender que un cambio de tendencia, provocando una caída de la Bolsa, podría tener "consecuencias negativas sobre las perspectivas económicas".

Recesión en Japón

Japón experimentará otro año de recesión en 1999 (-0,9% tras el -2,8% en 1998) antes de alcanzar un crecimiento cero en el 2000. A pesar de los progresos, "las perspectivas continúan siendo poco esperanzadoras" y no se puede "esperar gran cosa" de las políticas de reactivación del Gobierno, aunque no deben "ser abandonadas prematuramente". Según la OCDE, el problema de Japón es estructural y reclama un ajuste del mercado laboral paralelamente a la reestructuración de las empresas, así como una reforma de las reglamentaciones, que "frenan el crecimiento a largo plazo".

Para América Latina, las perspectivas de la OCDE a corto plazo "son muy sombrías y los riesgos son mayoritariamente negativos". La organización prevé un fuerte retroceso del crecimiento de toda la región encabezado por Brasil, donde el PIB disminuirá un 3%, al igual que en Argentina, cuya economía se verá arrastrada por el gigante suramericano. Para el año 2000, la OCDE proyecta un crecimiento del 2% para Brasil y del 2,5% para Argentina, lejos del 3,7% y del 8,6% logrados, respectivamente, en 1997.

España crece con peligro de inflación

España disfruta de una situación coyuntural privilegiada que durante el presente año y el que viene le permitirá mantener un ritmo de crecimiento del PIB del 3,25%, inferior al 3,8% de 1998, al 3,5% previsto por el Gobierno español para 1999 y al 3,4% proyectado por la propia OCDE en noviembre pasado, pero muy por encima de la media europea.El debilitamiento de las exportaciones producido a lo largo del segundo semestre del año pasado quedó compensando parcialmente con los buenos resultados del turismo, sin llegar a afectar sustancialmente a la fortaleza de una demanda interna estimulada por las favorables condiciones monetarias y a la confianza de los consumidores, derivada de la creación de empleo. Según los expertos de la OCDE, estos dos elementos que sustentan el crecimiento español no deben experimentar cambios importantes en los próximos años. La moderación salarial, asegurán, no impedirá que la inflación se mantenga en el 2,25%.

Objetivo oficial

Esta opinión no la comparte el secretario de Economía, Cristobal Montoro, que aseguró ayer que "sin duda" se cumpliránel objetivo de cerrar el año con una inflación del 1,8%.

Respecto a las exportaciones, la OCDE prevé que aumentarán un 5,2% en 1999 (un 6,2% en el 2000), después de que en 1998 lo hubieran hecho al 7,8% y el 14,8% en 1997, mientras que las importaciones crecerán un 8,5% en 1999 y un 8,8% en el 2000.

Aunque la demanda interna se resentirá muy ligeramente en 1999 para mantener todo su vigor en el año 2000, su crecimiento se situará en ambos casos en torno al 4,5%. "La rebaja del impuesto sobre la renta de las personas físicas permitirá sostener la demanda interior", dice el informe.

Respecto a la reforma fiscal española, la OCDE expresa que con "tipos marginales más reducidos", tendrá "un impacto sobre el presupuesto (una contracción) en torno al 0,75% del PIB". La OCDE recuerda que la reforma fiscal se realiza en el contexto de una caída del déficit presupuestario en 1998 por debajo de lo inicialmente previsto, hasta el 1,8% del PIB, "reflejo de la robusta actividad económica", y se muestra confiada en que "esos cambios en el régimen fiscal acrecentarán los ingresos e impulsarán el consumo".

La tasa de paro continuará bajando, de forma que a finales de este año quedará en 17,4% (un punto y medio menos que el pasado año) y en 16,2% en el 2000. Para atacar el problema del desempleo aconseja "reformas tendentes a reducir la segmentación del mercado laboral y el costo de la creación de puestos de trabajo".

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