La Guardia Civil detiene en su domicilio de La Coma a un joven toxicómano acusado de degollar a un taxista

La Guardia Civil detuvo ayer a mediodía en el barrio de La Coma de Paterna a José, un joven toxicómano de 24 años acusado de degollar al taxista Antonio Castelló Vélez, de 52 años, en la madrugada del viernes en Sedaví. La detención alegró a los taxistas de Valencia, que secundaron masivamente el paro de cuatro horas para asistir al entierro y protestar por la "inseguridad" en la que trabajan. A las cuatro de la tarde 2.700 taxistas recorrieron la ciudad, tras el coche fúnebre, hacia la iglesia de Alfafar. Los agentes de la Policía Judicial se presentaron en La Coma en dos coches camuflados y...

La Guardia Civil detuvo ayer a mediodía en el barrio de La Coma de Paterna a José, un joven toxicómano de 24 años acusado de degollar al taxista Antonio Castelló Vélez, de 52 años, en la madrugada del viernes en Sedaví. La detención alegró a los taxistas de Valencia, que secundaron masivamente el paro de cuatro horas para asistir al entierro y protestar por la "inseguridad" en la que trabajan. A las cuatro de la tarde 2.700 taxistas recorrieron la ciudad, tras el coche fúnebre, hacia la iglesia de Alfafar. Los agentes de la Policía Judicial se presentaron en La Coma en dos coches camuflados y dos Nissan Patrol. Les acompañaba la titular del juzgado número 3 de Paterna, que estaba de guardia. Subieron a la puerta 23 del número 3 de la calle de Albal, donde residía José con su familia. Apenas tardaron 10 minutos en llevárselo detenido. El joven toxicómano fue interrogado ayer en las dependencias de la Guardia Civil en Valencia, y quedó detenido en los calabozos. Los investigadores lograron capturarle en 30 horas gracias a la descripción que les hizo el vecino de la calle del Mig de Sedaví que bajó a pasear al perro a la hora del crimen y vio a este joven -moreno, delgado, bajo, con el pelo corto y vestido de negro- alejarse corriendo del taxi ensangrentado. Cuando se topó con este vecino cambió de rumbo. El supuesto homicida estaba fichado porque había sido detenido en diversas ocasiones acusado de cometer pequeños delitos, lo que facilitó aún más su identificación. A pesar de todo, los investigadores aseguran que no estaba catalogado como un delincuente peligroso y pasaba bastante desapercibido. Aseguran que llevaba bastante tiempo enganchado a la droga. Los agentes tenían vigilada la finca en la que residía José Domingo desde el viernes. Unos agentes, vestidos de paisano, pasaron la tarde y la noche apostados en las cercanías del edificio para controlar las idas y venidas del sospechoso. Tras confirmar que se encontraba en su domicilio y lograr la autorización judicial pusieron en marcha una rápida y discreta operación para capturarle antes de que se fugara. PASA A LA PÁGINA 7