La Farinera del Clot, de 1908, renace convertida en centro cultural El Ayuntamiento ha invertido 500 millones en su rehabilitación

La antigua fábrica Farinera del Clot, que data de 1908, reabrió ayer convertida en un centro cultural que conjuga su pasado industrial con un futuro centrado en las nuevas tecnologías. Las entidades vecinales venían reclamando este nuevo espacio cívico desde hace 20 años y para rehabilitarlo el Ayuntamiento de Barcelona ha invertido 500 millones. Los técnicos han respetado los tres molinos de madera, los forjados de hierro y todos los elementos que se conservan en buen estado.

La industria Harinera San Jaime, conocida popularmente como La Farinera del Clot, encierra un capítulo de la hi...

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La antigua fábrica Farinera del Clot, que data de 1908, reabrió ayer convertida en un centro cultural que conjuga su pasado industrial con un futuro centrado en las nuevas tecnologías. Las entidades vecinales venían reclamando este nuevo espacio cívico desde hace 20 años y para rehabilitarlo el Ayuntamiento de Barcelona ha invertido 500 millones. Los técnicos han respetado los tres molinos de madera, los forjados de hierro y todos los elementos que se conservan en buen estado.

La industria Harinera San Jaime, conocida popularmente como La Farinera del Clot, encierra un capítulo de la historia industrial barcelonesa y en sus mejores tiempos produjo el 36% de la harina de Cataluña. En el primer día de su nueva etapa, el interés de los visitantes se dirigía a la estructura acristalada adosada a la fachada principal, así como a la exposición de la planta baja que reproduce con fotografías de la época el proceso de producción de la harina. En 1942 el inmueble sirvió al Ministerio de Agricultura para almacenar trigo. 30 años después se recuperó para elaborar pastas de sopa, hasta que cerró en 1991. Para el rico movimiento asociativo del Clot, el centro cultural significa una alternativa de cogestión vecinal y municipal que por vez primera se pone en marcha en el distrito de Sant Marti. Sus promotores siempre tuvieron claro que no querían un centro cívico para competir con las entidades. La planta subterránea se dedicará a locutorios de televisión, radio y salas de redacción.La planta baja acoge una sala de exposiciones, el museo virtual y el café-internet. En la primera y segunda planta se encuentran los talleres y las salas de las entidades. El salón de actos tiene capacidad para 180 personas.

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