Trabajadores de Iberia
Los firmantes de esta carta somos trabajadores de Iberia Tierra en el aeropuerto de Barajas, y la finalidad de la misma es intentar hacer comprender la situación por la que estamos pasando tanto pasajeros como trabajadores. Dar explicaciones de lo que ocurre en el aeropuerto de Madrid nos es imposible; podemos intentarlo desde la perspectiva que nos da el llevar muchos años en esta profesión y en este aeropuerto. Pero la explicación real debe darla desde el presidente de nuestra compañía y el de AENA hasta el responsable del Gobierno en esta materia.
Los problemas de infraestructura no...
Los firmantes de esta carta somos trabajadores de Iberia Tierra en el aeropuerto de Barajas, y la finalidad de la misma es intentar hacer comprender la situación por la que estamos pasando tanto pasajeros como trabajadores. Dar explicaciones de lo que ocurre en el aeropuerto de Madrid nos es imposible; podemos intentarlo desde la perspectiva que nos da el llevar muchos años en esta profesión y en este aeropuerto. Pero la explicación real debe darla desde el presidente de nuestra compañía y el de AENA hasta el responsable del Gobierno en esta materia.
Los problemas de infraestructura no son culpa de Iberia; los problemas de restricciones de tráfico aéreo a causa de saturación o de la guerra que vivimos a menos de dos horas de Barcelona no son culpa de Iberia; el problema de Iberia con sus pilotos no es culpa de los trabajadores de Tierra de esta compañía. Pero los trabajadores de Tierra somos culpables de todo esto, y más ante nuestros pasajeros, ya que somos el eslabón que les une con nuestra compañía.
Queremos que la opinión pública se dé cuenta de que nuestro futuro, por el que hemos apostado y seguimos apostando, está nuevamente en juego. Nuestra integridad física peligra continuamente y las agresiones (sí, han leído bien) están siendo moneda de cambio habitual, y esto no es de recibo. No es extraño ver cómo el compañero de al lado se derrumba por no soportar más la presión continua a la que estamos sometidos.
Queremos que la opinión pública nos vea como lo que somos: trabajadores que no están puestos por su compañía para ser insultados o agredidos. Si no resolvemos el problema que el pasajero tiene, seguro que no es por falta de interés o conocimiento; seguro que las causas que lo originan nos sobrepasan y, de estar él en nuestro puesto, tampoco tendría la solución.-