Condenado a 20 meses de cárcel un catedrático del conservatorio

Un catedrático del Conservatorio de Música de Barcelona fue condenado ayer por la Audiencia de Barcelona a 20 meses de prisión y 20 más de inhabilitación por apropiarse del dinero que los padres de alumnos del centro le entregaron para la compra de acordeones para sus hijos. El acusado, José Manuel García Pérez, quien también perderá su cátedra de música, reconoció ayer los hechos durante el juicio celebrado contra él en la Sección Octava y aceptó la rebaja de penas solicitadas por el fiscal. El profesor de acordeón afrontaba inicialmente una pena de nueve años de cárcel, pero se ha beneficiad...

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Un catedrático del Conservatorio de Música de Barcelona fue condenado ayer por la Audiencia de Barcelona a 20 meses de prisión y 20 más de inhabilitación por apropiarse del dinero que los padres de alumnos del centro le entregaron para la compra de acordeones para sus hijos. El acusado, José Manuel García Pérez, quien también perderá su cátedra de música, reconoció ayer los hechos durante el juicio celebrado contra él en la Sección Octava y aceptó la rebaja de penas solicitadas por el fiscal. El profesor de acordeón afrontaba inicialmente una pena de nueve años de cárcel, pero se ha beneficiado de la aplicación de un atenuante de ludopatía por su adicción al juego, según explicaron fuentes judiciales. Según la acusación, el catedrático estafó más de 32 millones de pesetas a unas 40 familias de alumnos del Conservatorio de Música, que depende del Instituto Municipal de Educación de Barcelona, a los que prometió un acordeón de gran calidad a precios más asequibles que los que se encontraban en el mercado. El fiscal afirma que, entre 1990 y 1996, el profesor se dirigió a los alumnos y a sus padres para informarles de que los estudiantes tenían un gran futuro como músicos, pero que precisaban de un acordeón nuevo de una marca italiana, de la que el acusado carecía de permiso de distribución en España. Sólo un alumno pudo conseguir su acordeón y otras dos familias más recuperaron parte del dinero adelantado. Asimismo, según el fiscal, el profesor, aprovechando la confianza de los alumnos y el miedo de éstos al suspenso, se apropió de más dinero de las familias dando clases particulares en los locales del conservatorio.

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