El general Clark visita Albania mientras siguen llegando helicópteros Apache

Un segundo grupo de helicópteros de ataque Apache llegó ayer a Albania, y ya son 19, coincidiendo con la visita a las tropas desplegadas en ese país del comandante supremo de la OTAN en Europa, el general estadounidense Wesley Clark.

Los siete aparatos que llegaron ayer al aeropuerto militar de Tirana forman parte del grupo de 24 helicópteros especializados en la lucha anticarro que el Pentágono ha decidido incorporar a la campaña contra Yugoslavia. Al menos 20.000 soldados de la OTAN apoyarán a los Apache una vez entren en acción contra los blindados yugoslavos

El pasado mié...

Un segundo grupo de helicópteros de ataque Apache llegó ayer a Albania, y ya son 19, coincidiendo con la visita a las tropas desplegadas en ese país del comandante supremo de la OTAN en Europa, el general estadounidense Wesley Clark.

Los siete aparatos que llegaron ayer al aeropuerto militar de Tirana forman parte del grupo de 24 helicópteros especializados en la lucha anticarro que el Pentágono ha decidido incorporar a la campaña contra Yugoslavia. Al menos 20.000 soldados de la OTAN apoyarán a los Apache una vez entren en acción contra los blindados yugoslavos

El pasado miércoles llegaron 12 de estos helicópteros. Fuentes militares confirmaron que estarán listos para entrar en combate una semana después de la llegada del grupo completo.

Mientras, el general Wesley Clark aterrizó ayer en la capital albanesa para visitar a las tropas allí desplegadas, tanto a las dedicadas a tareas específicamente humanitarias como a la incipiente fuerza aérea que se está conformando en la zona, y que, además de los Apache, incluye helicópteros Chinook y Seahawk. Clarke no tiene previsto entrevistarse con ninguna autoridad albanesa, cosa que sí hizo en su pasada visita a Albania, realizada a mediados de este mes, y donde trató sobre la cooperación del Gobierno de Tirana con las fuerzas de la OTAN.

La demora en el despliegue de los Apache ha sido criticada por expertos militares y medios de comunicación en todo el mundo. El Pentágono ha culpado de esta lentitud en primer lugar al mal tiempo, y después al estado de las pistas donde debían permanecer los aparatos: se habían convertido en auténticos lodazales.