Tres funcionarios viajan a Macedonia para traer a España a los primeros 100 refugiados
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Tres funcionarios españoles (dos del Ministerio del Interior y uno del Imserso, dependiente de Trabajo y Asuntos Sociales) viajaron ayer a Skopje, la capital de Macedonia, para seleccionar, en colaboración con los responsables del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), a los 100 primeros refugiados albanokosovares acogidos por España. Los deportados, que llegarán el domingo por la tarde a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) en un Boeing 707 de la Fuerza Aérea, serán acogidos temporalmente en un centro de Sigüenza (Guadalajara).
Un responsable de ACNUR en Macedonia...
Tres funcionarios españoles (dos del Ministerio del Interior y uno del Imserso, dependiente de Trabajo y Asuntos Sociales) viajaron ayer a Skopje, la capital de Macedonia, para seleccionar, en colaboración con los responsables del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), a los 100 primeros refugiados albanokosovares acogidos por España. Los deportados, que llegarán el domingo por la tarde a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) en un Boeing 707 de la Fuerza Aérea, serán acogidos temporalmente en un centro de Sigüenza (Guadalajara).
Un responsable de ACNUR en Macedonia se quejó el martes de que España aún no había comunicado a esa organización cuántos refugiados iba a acoger. El denominado Centro de Acogida y Derivación de Refugiados de Sigüenza está gestionado por la organización no gubernamental Comisión Católica y concertado con el Imserso (Instituto de Migraciones y Servicios Sociales). Se pretende que los deportados permanezcan allí entre ocho días y un mes, asistidos por sicólogos y asistentes sociales, antes de su distribución entre las comunidades autónomas que se han comprometido a darles acogida, respetando siempre la unidad de los grupos familiares.
El contingente, que el próximo domingo viajará desde Skopje a Madrid, es el único cuya llegada a España está decidida hasta ahora, aunque no se descarta que el buque Pizarro, que el miércoles zarpó desde Valencia rumbo a Albania, aproveche su viaje de vuelta para trasladar un nuevo grupo a mediados de la semana que viene.
Desde que, el pasado 5 de abril, el presidente José María Aznar anunció la disponibilidad de España a acoger a los albanokosovares expulsados violentamente de su país, sólo dos -una mujer enferma y su hermano- han pisado suelo español, gracias a una gestión del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL).
El 6 de abril, el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, confirmó públicamente que España podría acoger a unos 7.000 refugiados, pero las críticas a la estrategia de dispersión por el mundo de la población de Kosovo, a la que se acusó de completar los planes de limpieza étnica de Slobodan Milosevic, hicieron que el Gobierno rebajase drásticamente sus planes iniciales.
Fuentes gubernamentales han indicado que sólo los grupos más vulnerables -niños, ancianos, enfermos o mujeres embarazadas- serán trasladados lejos de su tierra, siempre con carácter voluntario, mientras que la mayoría deben ser atendidos en los países vecinos.
Aunque en las últimas semanas no se ha dado ninguna cifra oficial, en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales se prevé que no pasen de 2.000 los que se establezcan en España por un máximo de tres años.
No obstante, muchos países, como Turquía desde el mismo 5 de abril o Alemania, Francia y Austria con posterioridad, han acogido ya a miles de refugiados, pues la avalancha humana que sigue cruzando la frontera de Kosovo ha desbordado a los países limítrofes. Se calcula que casi 350.000 se encuentran en Albania y más de 130.000 en Macedonia, la mayoría en condiciones infrahumanas.
Operación Alfa Romeo
El retraso y reducción de los planes de acogida del Gobierno español ha ido acompañado por el envío a Albania de una agrupación militar con 400 efectivos -incluida una unidad de asistencia sanitaria con 50 camas-, que tiene previsto llegar el lunes al puerto de Durres e instalar un campo con capacidad para unos 5.000 refugiados al norte de dicha localidad. Los integrantes de la comisión de inspección, que se trasladaron el miércoles a la zona por vía aérea, estudiaron ayer la ubicación del campo, que presenta especial dificultad por tratarse de una zona pantanosa.
La Operación Alfa Romeo (Ayuda a los Refugiados) de las Fuerzas Armadas forma parte del despliegue de 8.000 soldados decidido por la OTAN para poner en marcha una serie de campos para refugiados en Albania cuya gestión se trasladará a medio plazo a organizaciones humanitarias, como se ha hecho ya en Macedonia.
El candidato socialista, José Borrell, criticó el miércoles al Gobierno por su retraso de tres semanas en tomar medidas para afrontar la catástrofe generada por el conflicto de Kosovo. El ministro Matutes se defendió asegurando que ya se han comprometidos 1.000 de los 8.000 millones de pesetas que Aznar prometió destinar a la ayuda a los refugiados. Está previsto que Francisco Alvarez Cascos, responsable de la coordinación de las acciones humanitarias, comparezca la próxima semana ante el Congreso para informar de las acciones realizadas hasta ahora por España.