La depuración biológica de los vertidos de Pamplona al Arga soluciona el principal problema medioambiental de Navarra

El principal problema medioambiental de Navarra, los vertidos de aguas residuales de origen doméstico e industrial al río Arga generados por los 250.000 habitantes de Pamplona y su comarca, han quedado completamente solucionados con la puesta en marcha del sistema de depuración biológica de la estación de Arazuri, inaugurada ayer con una inversión de 3.812 millones de pesetas. El 80% del coste lo ha aportado la Uniçon Europea. A partir de ahora, las aguas residuales, que desde la apertura de la planta depuradora en 1990 eran sometidas exclusivamente a un tratamiento primario de depuración, y...

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El principal problema medioambiental de Navarra, los vertidos de aguas residuales de origen doméstico e industrial al río Arga generados por los 250.000 habitantes de Pamplona y su comarca, han quedado completamente solucionados con la puesta en marcha del sistema de depuración biológica de la estación de Arazuri, inaugurada ayer con una inversión de 3.812 millones de pesetas. El 80% del coste lo ha aportado la Uniçon Europea. A partir de ahora, las aguas residuales, que desde la apertura de la planta depuradora en 1990 eran sometidas exclusivamente a un tratamiento primario de depuración, ya no serán devueltas de forma directa al cauce, sino que accederán a un nuevo tratamiento que eliminará en un 95% los sólidos en suspensión y en un porcentaje idéntico la carga orgánica disuelta en ellas. Con este proceso de depuración biológica, Navarra alcanza las exigencias medioambientales de las directrices de la Unión Europea y los objetivos del Plan Nacional de Saneamiento y Depuración. Así mismo, supone un importante avance en el cumplimiento del Plan Director de Saneamiento de Ríos del Gobierno foral, iniciado hace diez años y que ha multiplicado por mil el número de habitantes cuyas aguas residuales están sometidas a depuración. Actualmente, más de 350.000 habitantes, sobre una población total de 530.000 personas, tienen depuradas sus aguas y otros 70.000 más las tendrán a corto plazo. Miguel Izu (IU-EB), presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, la entidad supramunicipal que gestiona el tratamiento de las aguas, dio a conocer ayer, durante el acto oficial de inauguración de las instalaciones, que el nuevo tratamiento permitirá elevar de 12.000 a 22.000 toneladas anuales la producción de lodos. Estos desechos, una vez inertizados y sometidos a procesos de biometanización y compostaje, tienen importantes aplicaciones agrícolas. Fangos y gas El tratamiento biológico de las aguas del río Arga pasa por una primera fase de aireación en cada una de las cuatro balsas de decantación de la depuradora, en las que se provoca el desarrollo de bacterias que retienen la contaminación, se alimentan de ella y son capaces de reunirse formando partículas más grandes y pesadas llamadas flóculos. Estos reactores biológicos tienen un volumen total de 68.000 metros cúbicos y eliminan el nitrógeno y la materia orgánica. El excedente de fangos se extrae y evacúa hacia un tratamiento específico mediante su digestión y posterior aprovechamiento energético. En concreto, las instalaciones de Arazuri están capacitadas para acumular 15.000 metros cúbicos de de biogás susceptibles de ser utilizado como combustible. De esta forma, las aguas del río Arga, un cauce fluvial de 145 kilómetros de longitud, recuperarán en breve espacio de tiempo toda la riqueza natural que la actividad humana le ha arrebatado durante décadas a su paso por Pamplona.

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