El caos aeroportuario obliga a 41 escolares a esperar 19 horas en Roma antes de regresar a Madrid

Un viaje de placer a Italia acabó en odisea para 41 alumnos y dos profesores del colegio Logos de Las Rozas. Los estudiantes, de tercero de BUP, vivieron 19 horas de espera entre trifulcas con el personal del aeropuerto de Roma e intervenciones policiales.La comitiva escolar debía tomar un avión de Iberia a las 19.40 del sábado, con destino a Madrid. Nada más llegar a los mostradores de facturación, les endosaron una hora y diez minutos de retraso y un vale para entretener la espera cenando. Cuando se las prometían felices y diez de los 300 pasajeros del vuelo subían al avión, el viaje se apla...

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Un viaje de placer a Italia acabó en odisea para 41 alumnos y dos profesores del colegio Logos de Las Rozas. Los estudiantes, de tercero de BUP, vivieron 19 horas de espera entre trifulcas con el personal del aeropuerto de Roma e intervenciones policiales.La comitiva escolar debía tomar un avión de Iberia a las 19.40 del sábado, con destino a Madrid. Nada más llegar a los mostradores de facturación, les endosaron una hora y diez minutos de retraso y un vale para entretener la espera cenando. Cuando se las prometían felices y diez de los 300 pasajeros del vuelo subían al avión, el viaje se aplazó de nuevo. "La tripulación ordenó retroceder a esos viajeros, y los que estábamos en la fila les gritamos para que no hiciesen caso y tratasen de hablar con el piloto, pero fue imposible", relata una de las profesoras.

A las 22.30 supieron que el vuelo a Madrid se cancelaba, "porque el piloto se había pasado de horas de vuelo". Los afectados exigieron la presencia de un representante de Iberia. "Salió un señor, pero al ver a 300 personas encolerizadas se asustó y se marchó corriendo; más tarde, un representante del aeropuerto llamó a la policía", continúa la maestra. Les enviaron a un hotel donde "no había suficientes plazas y hubo que juntar tres personas por habitación". El panorama no mejoró ayer: la salida prevista para las 11.00 se retrasó a las 12.30. "Una operario nos dijo después que se les había pasado el slot y había que seguir esperando", recuerda la monitora. Consecuencia: nueva trifulca, la policía reaparece y un individuo pide a gritos silencio como "representante de la República Italiana". Aterrizaron a las 17.00 en Barajas.

Santiago Santamaría, portavoz del sindicato de pilotos, excusó a sus compañeros aludiendo a motivos de seguridad: "Yo no dejaría que mi hijo volara en un avión cuyo piloto tuviese más de 14 horas de vuelo en el cuerpo". "Con todos estos retrasos por la regulación de espacios aéreos de otros países y la guerra, desgraciadamente los pilotos se pasan de horas y se tienen que quedar, porque la ley no les permite volar", señaló.

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