Niños con el corazón enfermo

El 70% de los operados en el Doce de Octubre obtienen el alta a los cinco días

Evitar las complicaciones posoperatorias, mejorar el pronóstico de la enfermedad, conseguir un tratamientro definitivo y reducir costes hospitalarios son algunos de los objetivos de la unidad pediátrica del corazón del hospital Doce de Octubre, de Madrid, creada hace poco más de un año. En el tiempo que lleva en funcionamiento ha logrado que el 70% de los cerca de 250 niños operados por problemas de corazón haya podido ser dado de alta a los cinco días y que el 77% haya abandonado la UCI (unidad de cuidados intensivos) antes de dos días.Según Juan Comas, cirujano cardiaco e impulsor de esta in...

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Evitar las complicaciones posoperatorias, mejorar el pronóstico de la enfermedad, conseguir un tratamientro definitivo y reducir costes hospitalarios son algunos de los objetivos de la unidad pediátrica del corazón del hospital Doce de Octubre, de Madrid, creada hace poco más de un año. En el tiempo que lleva en funcionamiento ha logrado que el 70% de los cerca de 250 niños operados por problemas de corazón haya podido ser dado de alta a los cinco días y que el 77% haya abandonado la UCI (unidad de cuidados intensivos) antes de dos días.Según Juan Comas, cirujano cardiaco e impulsor de esta iniciativa, la diferencia entre un servicio de cirugía cardiaca infantil convencional y esta unidad del corazón radica en que agrupa en una sola instancia a cardiólogos pediátricos y cirujanos cardiacos infantiles. Del mismo modo, quirófanos, planta de hospitalización y UCI están ubicados en un mismo espacio físico.

"Los cardiólogos y los cirujanos", afirma, "tomamos las decisiones colegiadamente, seguimos juntos el proceso y el alta la da indistintamente un especialista u otro. Las revisiones posteriores las hace el cardiólogo en colaboración con el cirujano", añade.

Contacto con la familia

El equipo también se ha propuesto establecer un contacto mucho más humano con los padres de los niños intervenidos. "Les permitimos", explica Comas, "permanecer más tiempo de visita en la UCI y, siempre que ellos lo soliciten, les mantenemos informados de la evolución del niño las 24 horas del día".Para reducir la estancia en la UCI se han instalado monitores móviles e individuales en algunas habitaciones, que están conectados a una unidad central en el control de enfermería.

La incidencia de cardiopatías congénitas, que siempre requieren tratamiento quirúrgico, ha aumentado en los últimos quince años hasta situarse en un 1,2% de los recién nacidos a término y en un 2% de los prematuros. El 80% de estos trastornos aparecen en niños con síndrome de Down.

"Pese a la complejidad y al riesgo del tratamiento de estos procesos", advierte Comas, "con el nuevo enfoque de la unidad hemos conseguido reducir la tasa de mortalidad a un 2,6%, cuando la cifra estándar en Estados Unidos está en 6,9%, según la literatura científica".

Igualmente, comparando datos de esta unidad con los recogidos entre 1992 y 1996 por el servicio de cirugía cardiaca del propio hospital antes existente, se observa, según Comas, que la media de niños operados al mes ha crecido en un 69% y la de operados con circulación extracorpórea ha aumentado un 81,5%.

"En estos primeros meses de funcionamiento también hemos conseguido que un 82% de los pequeños intervenidos fuera extubado durante las primeras 24 horas de la operación y que a un 85% se le practicase una corrección definitiva del problema. Hemos visto que la mayoría de estos niños son menores de dos años. El 70% procede de Madrid, y el 30%, del resto de España", cuenta.

El niño que va a ser operado ingresa la tarde anterior. La duración media de una intervención de estas características es de dos a tres horas. Para acceder al corazón el cirujano abre el esternón con una sierra eléctrica, separa el músculo cardiaco y establece la conexión con una máquina de circulación extracórporea. El equipo se está ya planteando realizar en breve plazos trasplantes de corazón.

La práctica totalidad de las dolencias cardiacas de la infancia son congénitas o de nacimiento, es decir, aparecen durante el embarazo o el parto. Sólo un 0,5% de los problemas de corazón en los niños son adquiridos. Un 70% se detecta por diagnóstico intrauterino mediante ecografía, y el 30% restante, en los primeros días de vida por auscultación.

Germán Merino, jefe de sección de cardiología pediátrica del Doce de Octubre, establece dos periodos de edad: antes de los doce primeros meses y a partir del año. "En el primer año de vida", explica, "los procesos más graves son, fundamentalmente, la trasposición de los grandes vasos, que es cuando la arteria aorta sale del ventrículo derecho y la pulmomar del izquierdo, y el conjunto de lo que llamamos enfermedades cianóticas, que se caracterizan porque la sangre no lleva el suficiente aporte de oxígeno a los tejidos del organismo".

Operación vital

En este periodo, según Merino, los procesos requieren un diagnóstico y un tratamiento de urgencia. La mitad de los niños con estos problemas morirían en el primer año si no fuesen operados. A partir del año las cardiopatías congénitas más frecuentes son la comunicación interauricular o interventricular (existe un orificio en el tabique que separa los dos ventrículos o las dos aurículas), la coartación de la aorta (obstrucción total o parcial de esta arteria a la altura del tórax) y ductus (orificio que comunica las arterias aorta y pulmonar)."Existe también otro grupo de cardiopatías fisiopatológicas", explica Merino, "que cursan como cianóticas, con flujo pulmonar aumentado o disminuido, y acianóticas. En realidad, todas las asociaciones patológicas son posibles en el corazón antes del nacimiento. A veces el único síntoma es la muerte súbita. Otros síntomas que pueden aparecer en el niño no diagnosticado son exceso de fatiga al menor esfuerzo y piel violácea".

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