Amenaza de expropiación

Una misiva del Ayuntamiento a los 460 propietarios de terrenos en Salburua y Zabalgana, en la que les informaba de la posibilidad de expropiar su suelo, abrió hace dos años un proceso de complicadas negociaciones. En ellas la corporación intentaba conseguir el suelo al menor coste posible y los segundos un precio justo para sus propiedades. Las intrincadas conversaciones llegaron ayer a su fin con un pacto que garantiza nuevas zonas para la expansión urbana de Vitoria, centrada hasta el momento en lazona Lakua, al norte de la ciudad. Entre uno y otro punto, un hecho ajeno a ambas partes camb...

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Una misiva del Ayuntamiento a los 460 propietarios de terrenos en Salburua y Zabalgana, en la que les informaba de la posibilidad de expropiar su suelo, abrió hace dos años un proceso de complicadas negociaciones. En ellas la corporación intentaba conseguir el suelo al menor coste posible y los segundos un precio justo para sus propiedades. Las intrincadas conversaciones llegaron ayer a su fin con un pacto que garantiza nuevas zonas para la expansión urbana de Vitoria, centrada hasta el momento en lazona Lakua, al norte de la ciudad. Entre uno y otro punto, un hecho ajeno a ambas partes cambió la dirección de las negociaciones, al poco tiempo de comenzadas. La inicial posición de fuerza del Ayuntamiento de Vitoria se vió truncada a consecuencia de una sentencia del Tribunal Constitucional que anulaba gran parte del articulado de la Ley de Suelo. Dado que esta resolución impedía al consistorio acometer las anunciadas expropiaciones, el alcalde José Angel Cuerda decidió intentar llegar a un acuerdo amistoso con los propietarios. No fue un camino de rosas. Las primeras ofertas económicas del Ayuntamiento pronto tropezaron con el interés de las grandes promotoras inmobiliarias por hacerse con parte del suelo de Salburua y Zabalgana. Sus propuestas a los propietarios superaron a las de la institución municipal y muchos dueños de terrenos les cedieron sus parcelas. Cuerda se encontró negociando con un colectivo en el que habían integrado promotoras más interesadas en conseguir porcentajes de edificación que cantidades de dinero. Sucesivas reuniones, ofertas y contraofertas, propuestas aceptadas y rechazadas -todo ello en el marco de una dura negociación- han dado finalmente su fruto. José Angel Cuerda se despedirá en junio de alcalde, después de 20 años en el cargo, con la satisfacción de haber conseguido el objetivo que se planteó pero que, sin embargo, no va a desarrollar. El pacto ha llegado al final de su mandato y en el documento que lo contiene el consistorio se congratula de haber conseguido un "marco estable y equitativo" con unos propietarios que "desean colaborar con el Ayuntamiento en el logro de sus objetivos".

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