"El champaña lo descorcharemos dentro de un par de semanas"

Con la detención de Iñaki, la resolución policial del secuestro de Maria Àngels Feliu entra ya en la recta final, pero todavía queda un trecho por recorrer y ese tramo puede durar todavía unos 15 días. Eso es, al menos, lo que dejó entrever en la noche de ayer el teniente coronel de la Guardia Civil Miguel Gómez Alarcón al salir de los juzgados de Olot. Un periodista le preguntó, de manera metafórica, sobre la fecha en la que descorcharía la caja de botellas de champaña Möet Chandon que la farmacéutica regaló a la Guardia Civil al recuperar la libertad y que él se comprometió a consumir cuando...

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Con la detención de Iñaki, la resolución policial del secuestro de Maria Àngels Feliu entra ya en la recta final, pero todavía queda un trecho por recorrer y ese tramo puede durar todavía unos 15 días. Eso es, al menos, lo que dejó entrever en la noche de ayer el teniente coronel de la Guardia Civil Miguel Gómez Alarcón al salir de los juzgados de Olot. Un periodista le preguntó, de manera metafórica, sobre la fecha en la que descorcharía la caja de botellas de champaña Möet Chandon que la farmacéutica regaló a la Guardia Civil al recuperar la libertad y que él se comprometió a consumir cuando el secuestro estuviese completamente resuelto. "Tardaremos un par de semanas", aseguró Gómez Alarcón.Por lo demás, el teniente coronel de la Guardia Civil no escondió su satisfacción por el trabajo realizado, alabó la labor de la juez y no descartó que en los próximos días puedan producirse más detenciones. Sin embargo, los investigadores se centran ahora en atar definitivamente todos los cabos sueltos y concretar la intervención que tuvo en el secuestro cada uno de los detenidos. Hasta ahora, las declaraciones que han prestado ante la juez resultan contradictorias y no está claro quién pudo diseñar el secuestro. El policía municipal de Olot Antonio Guirado, el primero en ser arrestado, negó que hubiera desempeñado este papel, al igual que Ullastre. Los investigadores consideran que este último ejerció una función intimidatoria ante la flaqueza demostrada por alguno de sus compinches durante el largo secuestro.

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Mientras tanto, el alcalde accidental de Torelló, Josep Solà, mostró ayer su satisfacción porque considera que con la detención de Comas se han acabado las sospechas que en los últimos días se cernían sobre algunos agentes de la Policía Municipal, informa Miquel Noguer.

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