Adiós a un trazado de 111 años

El nuevo trazado de cercanías de Renfe en Bilbao, la llamada línea Sur, inaugurada ayer, modifica un trayecto que ha funcionado durante los últimos 111 años. Fue el 19 de marzo de 1888 cuando empezaron a circular los primeros trenes (de mercancías en un principio) desde Bilbao hacia la Margen Izquierda por un trazado que se ha mantenido invariable, por el borde de la ría. Desde hoy, los trenes de la Margen Izquierda llegan al centro urbano a través de las nuevas estaciones de Zabalburu, Ametzola, Autonomía y San Mamés, lo que le convierten en un segundo metro. El cambio de recorrido suprime el...

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El nuevo trazado de cercanías de Renfe en Bilbao, la llamada línea Sur, inaugurada ayer, modifica un trayecto que ha funcionado durante los últimos 111 años. Fue el 19 de marzo de 1888 cuando empezaron a circular los primeros trenes (de mercancías en un principio) desde Bilbao hacia la Margen Izquierda por un trazado que se ha mantenido invariable, por el borde de la ría. Desde hoy, los trenes de la Margen Izquierda llegan al centro urbano a través de las nuevas estaciones de Zabalburu, Ametzola, Autonomía y San Mamés, lo que le convierten en un segundo metro. El cambio de recorrido suprime el trayecto que va desde el Museo Guggenheim a la estación de La Naja, que queda ya en desuso para el servicio ferroviario. La línea que nació hace más de un siglo discurría al borde de la ría por lógica económica: el transporte de mercancías a las empresas que se multiplicaban en la ribera izquierda del Nervión -y a las minas de la zona de Ortuella, que disponían de ferrocarril desde 1865-;y después, de los trabajadores que acudían a ellas, con paradas específicas en determinadas factorías. Aunque el trayecto empezó a funcionar hace 111 años, las primeras noticias que dispone Renfe sobre este ferrocarril datan de 1858, cuando el ingeniero Charles Vignoles, que ejecutó el Bilbao-Tudela, propuso su construcción. Los treinta años que transcurrirían hasta su puesta en marcha obedecieron a diversos motivos: económicos fundamentalmente para la compañía privada del Bilbao-Tudela, que lo gestionaba, y también al estallido de la segunda guerra carlista. Inicio de las obras La concesión del servicio, en 1884, a la empresa De Bilbao a Portugalete, presidida por José María de Arteche, fue determinante para la línea de la Margen Izquierda, puesto que poco después empezaron las obras. "Los trabajos no se desarrollaron con excesiva celeridad pero, finalmente, el 19 de marzo de 1988 comienzan a circular los primeros trenes entre Bilbao y el Desierto (Barakaldo), alcanzando Portugalete el 24 de septiembre del mismo año", según reza en la documentación histórica de Renfe. La nueva línea se enfrentó enseguida al problema que ha persistido hasta ahora, la falta de conexión directa entre la estación central de Abando y la de la Naja, ubicada junto a la ría, frente al teatro Arriaga. Una situación que obligó a la puesta en marcha de un singular sistema de conexión: "El abundante tráfico de la línea Bilbao-Tudela, que tenía su origen en el área de la ría (el Puerto, Altos Hornos, minerales) debía descender desde la estación de Abando a la estación de La Naja por una rampa. Ese sistema, además de peligroso, era económicamente gravoso, ya que obligaba al fraccionamiento de los trenes". La solución fue habilitar una nueva vía de conexión que con el tiempo funcionaría solamente para el tráfico de mercancías y se convertiría en el embrión de la moderna línea sur: el nuevo recorrido de pasajeros transita por ella. Más mejoras Las mejoras prosiguieron según avanzaba el siglo. "La Compañía del Bilbao-Portugalete, fiel a su máxima de que cuanto mejor fuera el servicio ofrecido mayor sería la demanda, continuaba con su política de mejoras y así el 21 de diciembre de 1926 prolongaba la línea hasta Santurce", señalan las reseñas históricas. El siguiente hito fue la sustitución de la tracción por vapor, "onerosa y que amenazaba con colapsar el tráfico" debido a la creciente demanda. En 1933 entró en servicio la electrificación. La gestión privada desapareció con el franquismo y, al igual que todas las empresas ferroviarias de vía ancha, el Bilbao-Portugalete fue integrado en 1941 en Renfe, fecha desde la que la compañía ferroviaria ha mantenido su explotación. Ayer, 111 años después, se materializó un cambio del trazado que constata una modificación social: un tren que nació primero para transportar mercancías y luego trabajadores con destino a las múltiples empresas de la ría, se convierte en un segundo metro para el tránsito, por cientos de razones diferentes, de más de 600.000 personas.

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