"Lo único que se intentó fue facilitar las cosas a los estudiantes"

"Los libros que proporcionamos a los alumnos nos los pidieron ellos y no están editados por la UNED. No representa ninguna irregularidad que se los facilitáramos", explica Alejandro Conde López, director del curso sobre mercados financieros. La cuenta corriente en la que los alumnos tuvieron que hacer el ingreso está registrada con el nombre del curso, y en ella figuran como titulares Alejandro Conde López y Juan Francisco García Moreno.Según Conde, "las circunstancias de este curso son especiales, y lo único que se intentó fue facilitar las cosas a los estudiantes, ya que, como viven en difer...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Los libros que proporcionamos a los alumnos nos los pidieron ellos y no están editados por la UNED. No representa ninguna irregularidad que se los facilitáramos", explica Alejandro Conde López, director del curso sobre mercados financieros. La cuenta corriente en la que los alumnos tuvieron que hacer el ingreso está registrada con el nombre del curso, y en ella figuran como titulares Alejandro Conde López y Juan Francisco García Moreno.Según Conde, "las circunstancias de este curso son especiales, y lo único que se intentó fue facilitar las cosas a los estudiantes, ya que, como viven en diferentes puntos de España, y alguno incluso en el extranjero, les iba a resultar muy difícil acceder a los libros, y uno de ellos estaba agotado". El director del curso dice que, con la entrada del euro, era necesario actualizar los contenidos de algunos documentos que se iban a facilitar a los alumnos, lo que motivó el retraso del envío y, por tanto, del comienzo del curso. Estos documentos son: unos apuntes encuadernados elaborados por los dos docentes, un libro encargado expresamente a un profesor de la Complutense de Madrid, experto en la materia y amigo de Conde, y dos cuadernillos editados por la revista Inversión.

Alejandro Conde explica así porqué se utilizó una cuenta corriente particular: "¿Cómo íbamos a comprar los libros para luego mandarlos a los alumnos si no les pedíamos previamente el dinero? No lo íbamos a poner de nuestro bolsillo. La cuenta se abrió especialmente para este fin y no ha habido lucro, porque algunos libros incluso aumentaron de precio, pero no nos hubiera importado que hubiera habido lucro. Al final nos van a salir los libros por más de lo que valen. Nos han costado en total unas 7.000 pesetas, el resto, hasta 8.600 se ha ido a parar a los gastos". En el programa aparece la compra de estos libros en el apartado de materiales didácticos "obligatorios", pero en la carta enviada a los alumnos, una vez matriculados, se dice que es optativa. Según Conde, "no se obligó a ningún alumno a comprarlos". También cree Conde que el hecho no es irregular "porque en estos cursos no se da una nota al alumno".

Este diario ha intentado una docena de veces ponerse en contacto con el profesor García Moreno para obtener su versión.

Archivado En