Un solo autor sin interés político
, Los patronatos de Turismo de Salou y de Cambrils recibieron a principios de este mes dos cartas anónimas en las que se exigía el pago de 100 millones de pesetas bajo la amenaza textual de que "las playas petarán". En concreto se hacía referencia a la colocación de "varias bombas" en las rocas, es decir, en los numerosos acantilados que hay en las playas de estos dos municipios turísticos, los más frecuentados de toda la costa tarraconense.
En la última misiva, el autor añadía que ya se pondría nuevamente en contacto para fijar el pago del dinero. Sin embargo, desde entonces los patro...
, Los patronatos de Turismo de Salou y de Cambrils recibieron a principios de este mes dos cartas anónimas en las que se exigía el pago de 100 millones de pesetas bajo la amenaza textual de que "las playas petarán". En concreto se hacía referencia a la colocación de "varias bombas" en las rocas, es decir, en los numerosos acantilados que hay en las playas de estos dos municipios turísticos, los más frecuentados de toda la costa tarraconense.
En la última misiva, el autor añadía que ya se pondría nuevamente en contacto para fijar el pago del dinero. Sin embargo, desde entonces los patronatos no han recibido ninguna otra comunicación. La carta estaba redactada en ordenador y tenía numerosas faltas de ortografía, incluso se confundía la palabra "patronal" con la de Patronato de Turismo. Si después de explosionar la primera bomba, la Guardia Civil creía que la víctima, Juan Manuel Sarmiento, podría estar relacionada con el caso, ahora esta hipótesis se descarta totalmente. Agentes de la investigación no encontraron nada sospechoso en ninguno de los registros domiciliarios de los pisos que Sarmiento poseía en Salou y en Manresa.
Fuentes de la investigación informaron ayer de que las pesquisas se dirigen hacia una persona en particular, sin ninguna vinculación política extremista, que "se ha crecido con la primera muerte y ahora lo volverá a intentar tras resultar herido el guardia civil". En cualquier caso se descarta que los autores sean un grupo organizado o que persigan otra finalidad que no sea la de cobrar la cantidad reseñada en las cartas.