Habibie quiere resolver la crisis de Timor Oriental antes del año 2000
El presidente de Indonesia, Yusuf Habibie, manifestó ayer que quiere tener resuelto el problema de Timor Este para finales de año, aunque la todavía provincia indonesia participará como tal en las elecciones generales del próximo 7 de junio. "No quiero que el 1 de enero del 2000 todavía sigamos cargados con el problema de Timor Oriental", manifestó Habibie en un discurso pronunciado ante la Cámara de Comercio e Industria indonesia. "Somos amigos y les dejaremos que elijan por sí mismos".
Habibie hablaba al día siguiente de haber sacado de la cárcel, aunque siga bajo arresto domiciliario...
El presidente de Indonesia, Yusuf Habibie, manifestó ayer que quiere tener resuelto el problema de Timor Este para finales de año, aunque la todavía provincia indonesia participará como tal en las elecciones generales del próximo 7 de junio. "No quiero que el 1 de enero del 2000 todavía sigamos cargados con el problema de Timor Oriental", manifestó Habibie en un discurso pronunciado ante la Cámara de Comercio e Industria indonesia. "Somos amigos y les dejaremos que elijan por sí mismos".
Habibie hablaba al día siguiente de haber sacado de la cárcel, aunque siga bajo arresto domiciliario, a Xanana Gusmao, de quien se espera que sea el próximo presidente de Timor Oriental si el territorio llega por fin a la independencia. Ya el mes pasado, Habibie rompió con la política tradicional de Yakarta con respecto al territorio que invadió en 1975 y se anexionó en 1976, y ofreció una amplia autonomía sin cerrar la puerta a la independencia a sus 800.000 habitantes.
"Para las próximas elecciones, dado que sigue siendo una provincia nuestra, podrá participar. Eso es democrático", señaló ayer Habibie. "Pero si nuestra propuesta de autonomía es rechazada, propondremos a la Asamblea Consultiva Popular [el Parlamento a elegir en junio] que les deje ser independientes".
Los analistas estiman que buena parte de los timoreses orientales desea librarse del yugo indonesio, cuya dureza durante 23 años ha costado muy caro en términos de imagen a Yakarta, que ahora, además, se ve obligada a recurrir a la ayuda internacional para salir de la peor crisis política y económica vivida por el país en más de 30 años.