EL PROCESO DE PAZ

CiU, PNV y BNG reclaman de nuevo que se elimine el Ministerio de Cultura

La trilateral nacionalista formada por los catalanes de CiU, los vascos del PNV y los gallegos del BNG, reunidos en torno a la denominada Declaración de Barcelona, reactivarán durante este año una vieja reclamación de Convergència i Unió: la desaparición del Ministerio de Cultura. Los socios de la Declaración de Barcelona se reunirán hoy en la capital catalana para aprobar su plan de trabajo para 1999. Este plan prevé reactivar la demanda de supresión del Ministerio de Cultura, cuya existencia es, a juicio de los nacionalistas, un obstáculo para que las diferentes nacionalidades del Est...

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La trilateral nacionalista formada por los catalanes de CiU, los vascos del PNV y los gallegos del BNG, reunidos en torno a la denominada Declaración de Barcelona, reactivarán durante este año una vieja reclamación de Convergència i Unió: la desaparición del Ministerio de Cultura. Los socios de la Declaración de Barcelona se reunirán hoy en la capital catalana para aprobar su plan de trabajo para 1999. Este plan prevé reactivar la demanda de supresión del Ministerio de Cultura, cuya existencia es, a juicio de los nacionalistas, un obstáculo para que las diferentes nacionalidades del Estado alcancen una soberanía cultural plena.

Los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos acordarán hoy mismo emplazar al Gobierno central a tomar las medidas oportunas para garantizar el uso del catalán, el euskera y el gallego en el cine, la televisión y otros medios y productos audiovisuales, del mismo modo que ya se protege el uso del castellano en el cine. Este emplazamiento coincide con la negativa de la industria cinematográfica estadounidense a cumplir el decreto del Gobierno de la Generalitat que establece cuotas de catalán en el cine y con la posterior suspensión judicial de las sanciones previstas en el citado decreto para las empresas cinematográficas que incumplan dichas cuotas.

A medio gas

La trilateral nacionalista, no obstante, mantendrá a medio gas y sin estridencias su actividad hasta que finalice, a primeros del año 2000, el largo periodo electoral que ahora comienza. La razón es evitar aparecer ante los ojos de los electores españoles como un frente nacionalista periférico directamente enfrentado al Estado español. Los aliados (y de forma especial los catalanes) consideran que lo contrario no sólo no beneficiaría a ninguno de ellos, sino que podría acarrearles serios problemas electorales en sus respectivos territorios. Muchos electores que hoy confían sus votos a las fuerzas nacionalistas moderadas en Cataluña, el País Vasco y Galicia podrían, según este análisis, cambiar de opinión si esos partidos abonaran un frente único que negase las diferencias entre las realidades de sus respectivas comunidades.La de hoy será la última cumbre que los socios de la Declaración de Barcelona celebrarán hasta que no acabe el inminente ciclo electoral (municipales, europeas, autonómicas y legislativas). Hoy se constituirá la dirección de la trilateral, encabezada por Pere Esteve, de Convergència; Josep Antoni Duran, de Unió; Xabier Arzalluz, del PNV, y Xosé Manuel Beirás, del BNG. Entre las prioridades del grupo para este año destaca la proyección internacional de sus demandas de más soberanía para las nacionalidades históricas del Estado. Este objetivo será explicado a los embajadores extranjeros en España, así como en el Parlamento Europeo.

CiU, PNV y BNG reclamarán también su participación en el proceso de elección de los comisarios españoles en la Unión Europea.

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