El Capitán Timo declara que intentó comprar un banco saudí

José Manuel Quintía, conocido como el Capitan Timo, acusado de estafar 1.400 millones de pesetas haciéndose pasar por militar, continuó ayer declarando ante la Audiencia de Madrid. Entre los negocios que describió destacan las reuniones que dijo mantener con el cónsul de Arabia Saudí en Marbella para comprar el Banco Hispano Saudí.Además, relató que mientras permaneció en la cárcel, sus colaboradores, ahora también sentados en el banquillo, recibieron amenazas de un ex teniente coronel del régimen militar argentino y de un alto mando del Cesid, quienes profirieron las advertencias en no...

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José Manuel Quintía, conocido como el Capitan Timo, acusado de estafar 1.400 millones de pesetas haciéndose pasar por militar, continuó ayer declarando ante la Audiencia de Madrid. Entre los negocios que describió destacan las reuniones que dijo mantener con el cónsul de Arabia Saudí en Marbella para comprar el Banco Hispano Saudí.Además, relató que mientras permaneció en la cárcel, sus colaboradores, ahora también sentados en el banquillo, recibieron amenazas de un ex teniente coronel del régimen militar argentino y de un alto mando del Cesid, quienes profirieron las advertencias en nombre de los presuntos estafados. Por este motivo, dijo, trasladó a su equipo a un hotel de Guadalajara "por motivos de seguridad".

Antes de comenzar el juicio, el Capitán Timo se dirigió respetuosamente al juez: "Señor presidente, perdone, pero tengo que decir que lo de ahí abajo es una nevera. Hace mucho frío en los calabozos y quería dejar constancia de ello porque estoy delicado de salud". El magistrado se comprometió a estudiar la situación.

"También", añadió Quintía, "quiero decir que si cuando declaro lo hago en posición inclinada no es por falta de respeto, sino porque me duelen los riñones". Asimismo, solicitó al tribunal realizar descansos porque se siente agotado, ya que lleva 124 días sin comer, en huelga de hambre, según aseguró. Tras estos preliminares, comenzó la tercera sesión del juicio. No hubo fingidos ataques epilépticos para retrasar la vista, como sucedió el lunes pasado, pero, tal como hizo ayer, Quintía volvió a acusar a sus victimas de utilizarle para blanquear dinero. "La prueba es que me denunciaron seis meses después de descubrir que no era comandante. Durante este tiempo, continuaron con las operaciones pactadas y sólo se dirigieron a los tribunales cuando vieron que no podían recuperar parte del dinero", aseveró.

El presunto estafador respondió a casi todas las preguntas del fiscal, si bien se negó a declarar respecto a lo que consideraba cuestiones relativas a otros procesos que hay abiertos contra él.

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