Reportaje:

El "milagro" de progresar sin inflación

El descenso de los combustibles, los alimentos y el uso de la informática separan el IPC del tirón económico

Los precios rozan el milagro en los últimos dos años. Se han separado del crecimiento económico y han roto el viejo axioma de la economía española de que los periodos de crecimiento económico fuerte siempre traen inflación. Ahora los precios y el crecimiento van cada uno por su lado. Es otro dogma que cae, como a principios de los años setenta cayó el que aseguraba que no podía haber inflación con estancamiento económico.El Índice de Precios al Consumo (IPC), el instrumento que mide la inflación, ha caído desde el 2,3% hace 20 meses hasta el 1,4% actual con un crecimiento económico que roza e...

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Los precios rozan el milagro en los últimos dos años. Se han separado del crecimiento económico y han roto el viejo axioma de la economía española de que los periodos de crecimiento económico fuerte siempre traen inflación. Ahora los precios y el crecimiento van cada uno por su lado. Es otro dogma que cae, como a principios de los años setenta cayó el que aseguraba que no podía haber inflación con estancamiento económico.El Índice de Precios al Consumo (IPC), el instrumento que mide la inflación, ha caído desde el 2,3% hace 20 meses hasta el 1,4% actual con un crecimiento económico que roza el 4%. Las preguntas que surgen son: ¿cómo es posible que el IPC reduzca su crecimiento con el fuerte ritmo económico actual y con un millón de personas más trabajando que hace dos años, aunque el 89% de estos nuevos ocupados tenga contrato temporal?

La respuesta de los expertos y de algunos organismos como el Banco de España es que no estamos ante un milagro sino ante una nueva situación en la que los precios no suben por estos motivos: la dura competencia entre las empresas, la política del Gobierno de contener el déficit público, el efecto abaratador que está teniendo el uso de las nuevas tecnologías en los productos, la espectacular caída de los precios de las materias primas, la moderación salarial, y el grado de apertura de la economía española, que ya importa o exporta el 35% de su tamaño.

Tarifas eléctricas

El secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, afirma que la inflación no sube "por las políticas de liberalización de precios, entre ellas, las tarifas eléctricas y de los libros de texto y por la confianza que tienen las empresas, los consumidores y los sindicatos de que los objetivos económicos marcados por el Gobierno se cumplen". Montoro destaca que la bajada de la inflación también se debe a la reducción del déficit público y a la bajada de los tipos de interés que ha venido a continuación.Pero también hay motivos ajenos a la acción del Gobierno que no sólo impiden que suban los precios, sino que hacen que bajen. El Banco de España resalta en su último informe sobre la inflación tres motivos básicos que ayudan a controlar los precios. Dos de ellos no tienen nada que ver con la acción gubernamental: la bajada de precios de las materias primas -que ha sido de hasta un 5,7% hasta noviembre y que repercute primero en el precio de los combustibles y luego en el transporte- y la prudencia que demuestran los consumidores a la hora de gastar, ya que por primera vez el consumo crece menos que la economía (3,5%, frente al 3,8%). El tercer motivo es la moderación salarial, que sitúa hoy los incrementos de sueldos entorno al 2%.

Otro factor que está moderando extraordinariamente los costes de las empresas y por tanto los precios finales de sus productos es el uso de las nuevas tecnologías, sobre todo, de la informática, y su cada vez más bajo precio. A diferencia de otros paises, en España aún no hay datos sobre el impacto del uso las nuevas tecnologías en el IPC.

En EE UU, en cambio, ya empieza a haber datos sobre este impacto. Un informe patrocinado por el Departamento de Estado de Comercio publicado en abril pasado, afirma que la bajada de los precios de la informática y las comunicaciones rebajó un punto la inflación total del país en 1997.

El economista, Jordi Sevilla, asesor del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, tampoco cree que la acción del Gobierno sea tan decisiva a la hora de reducir la inflación. "Lo importante para frenar los precios es la competencia que ha traído la apertura comercial y la moderación salarial", dice Sevilla. Y añade: "Desde 1994 la gente quedó escarmentada de la crisis y, además, con la escasa subida nominal de los salarios tiene la sensación de que puede comprar menos que en los tiempos en que los salarios crecían al 7%- 8%". Sevilla no duda en admitir que la política de restricción fiscal que ha llevado a la reducción del déficit público ayuda a atajar la inflación, pero no acepta que los precios bajen por las medidas gubernamentales. "Si fuera así, los precios en el sector servicios, que es el más necesitado de medidas, no estarían creciendo al doble de la tasa general de precios".

Déficit

Para este economista, "la acción de la política anti-inflación debería centrarse en sectores como los servicios no afectados por la competencia, que es donde más suben los precios". Sobre la política fiscal del Gobierno, Sevilla opina que el déficit está cayendo sobre todo por el aumento de los ingresos y no por el recorte de gasto.Los datos sobre precios del Instituto Nacional de Estadística revelan otra razón que explica el abaratamiento de precios: que los productos que más bajan son los que más pesan en el IPC. Los alimento pesan el 29,5% en el IPC y sólo han subido un 0,5% en un año; los transportes, que pesan un 16,5% en el índice han tenido un crecimiento cero y la vivienda, que pesa un 10,2%, ha subido un 0,9% gracias a la bajada del 3,7% de la calefacción, la luz y la distribución de agua. En total, los capítulos que o no suben o suben poco, deciden el 56% del índice.

En cambio, los precios de los servicios como el turismo y la hostelería se han encarecido un 3,4% y los servicios médicos, 3,6%, pero el peso de ambos en el IPC sólo es del 18,3%.

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