Cartas al director

La línea 9

En sus páginas de EL PAÍS-Madrid del 2 de diciembre de 1998, aparece a pie de foto "Los vecinos de Valdebernardo ya pueden viajar en metro". En la página 6, además, "tras abrir la línea de metro que da servicio a Valdebernardo...". Paso a comunicarle que, como vecina del distrito de Vicálvaro, me siento decepcionada al leer esta noticia, ya que no informa adecuadamente.La ampliación de la línea 9 de metro es la culminación de las continuas reivindicaciones de los vicalvareños; ésta da servicio al distrito, y Valdebernardo es sólo una de las cuatro estaciones del mismo, donde coincide que u...

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En sus páginas de EL PAÍS-Madrid del 2 de diciembre de 1998, aparece a pie de foto "Los vecinos de Valdebernardo ya pueden viajar en metro". En la página 6, además, "tras abrir la línea de metro que da servicio a Valdebernardo...". Paso a comunicarle que, como vecina del distrito de Vicálvaro, me siento decepcionada al leer esta noticia, ya que no informa adecuadamente.La ampliación de la línea 9 de metro es la culminación de las continuas reivindicaciones de los vicalvareños; ésta da servicio al distrito, y Valdebernardo es sólo una de las cuatro estaciones del mismo, donde coincide que una lleva su nombre. Pese a quien pese (y, al parecer, le pesa a muchos), Valdebernardo es parte de Vicálvaro, aunque ni nuestro alcalde lo tenga claro. Conseguir que el metro llegase hasta nuestro distrito ha sido un camino muy largo (anterior a cualquier proyecto en los aún campos de cereales de Valdebernardo) para todos los vecinos viejos. Ya en las primeras décadas de este siglo don Arturo Soria proyectó un enlace suburbano a Vicálvaro. Era una mente preclara en cuanto a urbanismo. He buscado al leer su artículo referencias a lo que ha supuesto esta inauguración para el distrito y sólo he encontrado las que lo hacen a Valdebernardo. Por otra parte, siempre que leo alguna noticia relacionada con Vicálvaro no es precisamente buena. Desde su adscripción al municipio de Madrid en los años cuarenta, ha sido el patito feo y olvidado de la Villa y el último en recoger las migajas de los presupuestos (y aún continúa así). Con la creación del consorcio de Valdebernardo pensábamos que, al crecer, el distrito cambiaría algo, pero no, las deficiencias en dotaciones continúan. Hasta en su periódico se nos omite y priva de la satisfacción de leer, por ejemplo: "Enhorabuena a los vecinos de Vicálvaro, por fin llega el metro".- .

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