Escasos puntos de acuerdo

Aunque los grandes retos están muy verdes, se ha producido cierto acercamiento en algunos asuntos de la Agenda 2000, que articula la propuesta de gastos para el septenio 2000-2006. El principal es que el criterio de ayudas estructurales a las regiones más pobres -las del Objetivo1, con el máximo de subvenciones- continuará siendo que no superen el 75% de la renta per cápita comunitaria. España está de acuerdo con ese principio.Más allá de este pacto, recogido en el documento al que al final renunció la presidencia, casi todo es nebuloso. Así, por ejemplo, este papel recoge la posibilidad de ex...

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Aunque los grandes retos están muy verdes, se ha producido cierto acercamiento en algunos asuntos de la Agenda 2000, que articula la propuesta de gastos para el septenio 2000-2006. El principal es que el criterio de ayudas estructurales a las regiones más pobres -las del Objetivo1, con el máximo de subvenciones- continuará siendo que no superen el 75% de la renta per cápita comunitaria. España está de acuerdo con ese principio.Más allá de este pacto, recogido en el documento al que al final renunció la presidencia, casi todo es nebuloso. Así, por ejemplo, este papel recoge la posibilidad de excepciones al compromiso general por causa de "dificultades políticas reales". Esa excepción apunta a beneficiar al Reino Unido.

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La presidencia da también por buena la "red de seguridad" pedida por Londres, para que el sacrificio de fondos estructurales requerido a cada Estado miembro no suponga en ningún caso una reducción superior al 33% de la población actualmente beneficiada en el Objetivo2, que ayuda a las regiones industriales en declive.

Ese objetivo beneficia, aunque en mucha menor cuantía, a Cataluña y País Vasco.

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