Tres peligros y medio
La negociaciones financieras tienen para España tres peligros... y medio.Política agrícola. Propuesta para que las ayudas agrícolas (PAC) no las pague al 100% la Unión, si no que se cofinancien de forma que cada Estado pague directamente una parte (un 20%) de las que consume.
Aunque algunos hablan de renacionalización, en realidad es extender a la PAC (Política Agraria Común) un sistema de cofinanciación que ya se aplica en los fondos estructurales y que mantiene a nivel comunitario la toma de decisiones.
Los agricultores no perderían ninguna ayuda, se nota demasiado a qué...
La negociaciones financieras tienen para España tres peligros... y medio.Política agrícola. Propuesta para que las ayudas agrícolas (PAC) no las pague al 100% la Unión, si no que se cofinancien de forma que cada Estado pague directamente una parte (un 20%) de las que consume.
Aunque algunos hablan de renacionalización, en realidad es extender a la PAC (Política Agraria Común) un sistema de cofinanciación que ya se aplica en los fondos estructurales y que mantiene a nivel comunitario la toma de decisiones.
Los agricultores no perderían ninguna ayuda, se nota demasiado a qué países beneficia (Alemania se ahorraría 730 millones de euros) y a cuáles perjudica (Francia perdería 585 millones de euros, España 500 y Grecia 450).
Estabilización del gasto. Maniobra franco-alemana para estabilizar todos los gastos en base al promedio del periodo 1993-99.
En realidad supone un recorte del gasto y, en particular, de las ayudas estructurales, que puede hacer perder a España más de dos billones de pesetas en siete años.
Fondos estructurales. La reforma de los fondos estructurales está planteada, sobre todo, para que Alemania reciba más ayudas. Pero las cantidades globales asignadas hacen pensar que España no llegue a perder demasiado dinero a condición de que no se apruebe la estabilización del gasto y que se modifiquen los criterios de reforma del Fondo Social Europeo.
Fondo de Cohesión. Ya sólo es medio peligro a la vista de que no hay ninguna razón jurídica ni política -salvo la de la austeridad- que justifique su supresión para los países que alcancen el euro. Alemania está dando marcha atrás y no lo ha incluido en su programa de trabajo para la presidencia de la UE en el próximo semestre. España debe recibir 250.000 millones de pesetas anuales de este fondo.