Los incrementos patrimoniales separan al PNV y a los socialistas en la negociación del IRPF

"Para un día que traigo todo el trabajo hecho..." El lamento del portavoz de HB en las Juntas Generales de Vizcaya, Endika Garay, que exhibía sus anotaciones a las más de 300 páginas de enmiendas al proyecto de norma foral de IRPF, reflejaba cómo las negociaciones previas a la reunión de ayer de la Comisión de Economía y Hacienda dejaron el debate sin contenido. El PNV, por medio de su portavoz Juan Cruz Nieves, anunció la retirada de las enmiendas que más irritaban a sus socios socialistas. Éstos, sin embargo, con el apoyo de IU, Iniciativa Ciudadana y HB, lograron que prosperara una enmienda...

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"Para un día que traigo todo el trabajo hecho..." El lamento del portavoz de HB en las Juntas Generales de Vizcaya, Endika Garay, que exhibía sus anotaciones a las más de 300 páginas de enmiendas al proyecto de norma foral de IRPF, reflejaba cómo las negociaciones previas a la reunión de ayer de la Comisión de Economía y Hacienda dejaron el debate sin contenido. El PNV, por medio de su portavoz Juan Cruz Nieves, anunció la retirada de las enmiendas que más irritaban a sus socios socialistas. Éstos, sin embargo, con el apoyo de IU, Iniciativa Ciudadana y HB, lograron que prosperara una enmienda que establece que los incrementos patrimoniales tributen al tipo medio correspondiente del impuesto y no al 20% fijo como prevé el proyecto. La enmienda socialista deja pendiente esta cuestión para el pleno.

Nieves aseguró que la retirada por su partido de doce enmiendas, incluidas la que reducía el límite de la tributación conjunta por IRPF y Patrimonio del 70% al 55% de las cuotas integras de ambos impuestos y la que mejoraban la situación de las EPSV (planes de pensiones), respondía a la necesidad de lograr una norma igual en los tres territorios históricos. Vizcaya fue ayer el primero de los tres que ha analizado en comisión las enmiendas y el debate quedó muy descafeinado. El portavoz juntero del PNV resaltó que acuerdo sobre la reforma fiscal tiene que ser a tres. Por un lado, de las tres diputaciones y, por otro, del tripartito -el PNV gobierna con EA en Álava, con el PSE en Vizcaya y con ambos partidos en Guipúzcoa-. Nieves, pese a considerar que el 70% de tributación conjunta tiene "carácter confiscatorio", señaló que quizá la norma se hubiera podido aprobar en Vizcaya, pero no en Guipúzcoa o Álava. Pactos y trasgresiones Pero el debate de ayer tuvo un centro claro de polémica: el tratamiento de los incrementos patrimoniales por venta de acciones o recuperación de planes de inversión. Los socialistas habían pactado con el PNV enmiendas que mejoran la deducción de hijos menores de tres años o el tratamiento en vivienda para divorciados, y habían retirado la que pedía la creación de un fondo de empleo con recursos obtenidos del IRPF. Sin embargo, se negaron a retirar la enmienda que modificaba la tributación de los incrementos patrimoniales. Sobre este punto se dio una inhabitual confluencia de voto izquierdista con Izquierda Unida, Iniciativa Ciudadana Vasca (el partido de Gorordo) y Herri Batasuna que derrotó al PNV e hizo que la enmienda socialista llegue al pleno de las Juntas. Será en ñel donde los socios en la Diputación deberán alcanzar un acuerdo si quieren mantener el tripartito. Javier Urizarbarrena, director de Hacienda de Vizcaya, aseguró poco antes de la votación que aprobar la enmienda era cambiar la filosofía global del impuesto. A su juicio, ese cambio dejaría a Euskadi convertida en una isla respecto a su entorno, en el que se aplica un única tarifa a todos los incrementos patrimoniales, el 20%. Urizarbarrena señaló que la medida crearía un desconcierto en el sistema financiero ya que a la hora de hacer inversiones las entidades gestoras deberían calcular el coste de la operación según el tipo medio de ese ejercicio para ver si es renatable, algo que resulta muy complicado en medio del ejercicio. Sin cambios La retirada de parte de sus enmiendas por el PNV dejó también desconsolada a Izaskun Urrutia. La portavoz del EA en las Juntas de Vizcaya, con voz, pero sin voto en la Comisión de Economía y Hacienda, vio cómo sus socios nacionalistas dejaban sin contenido la mejora fiscal a las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV). La promesa del consejero de Economía y Trabajo, Sabin Intxaurraga, y de su partido a los gestores de estos fondos sobre la posibilidad de mejorar el tratamiento fiscal previsto en el proyecto se quedó así en el aire. Las enmiendas aprobadas, transacionadas, retiradas y rechazadas en Vizcaya dejan escaso margen de maniobra a los otros dos territorios históricos. En plenas negociaciones para la formación del Gobierno vasco, los mismos actores, PNV y PSE, intentan cerrar la reforma vasca del IRPF. Los equipos de gobierno de Vizcaya y Guipúzcoa cuentan con mayoría suficiente en las Juntas para aprobar el proyecto. En Álava, donde son oposición, tal vez los socialistas se abstengan para permitir que salga adelante la reforma.

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