La Comunidad alquila un robot para vigilar una planta de residuos tóxicos

Un robot vigila día y noche, desde el pasado martes, las alcantarillas del barrio de la Poveda, en Arganda. El ingenio, una camára de televisión teledirigida y montada sobre un ciempiés mecánico, recorre colectores a la busca de posibles vertidos tóxicos en la red de saneamiento que rodea la empresa Aceites Ecológicos, dedicada a reciclar lubrificantes industriales. "Si vierten por alguna tubería que desconocemos, la encontraremos", afirma Ignacio López Galiacho, director de Calidad Ambiental.

La Consejería de Medio Ambiente ha tomado esta "medida tecnológica" ante las continuas denunci...

Un robot vigila día y noche, desde el pasado martes, las alcantarillas del barrio de la Poveda, en Arganda. El ingenio, una camára de televisión teledirigida y montada sobre un ciempiés mecánico, recorre colectores a la busca de posibles vertidos tóxicos en la red de saneamiento que rodea la empresa Aceites Ecológicos, dedicada a reciclar lubrificantes industriales. "Si vierten por alguna tubería que desconocemos, la encontraremos", afirma Ignacio López Galiacho, director de Calidad Ambiental.

La Consejería de Medio Ambiente ha tomado esta "medida tecnológica" ante las continuas denuncias de los residentes en las cercanías de la empresa, que se quejan de que la actividad de la factoría les ocasiona molestias respiratorias y cutáneas.El Gobierno regional multó a Aceites Ecológicos a principios de este año con 11 millones de pesetas por verter de manera ilegal a la red de alcantarillado sustancias tóxicas muy peligrosas: benceno, cianuro, cloruros y sulfuros.

Su gerente, Francisco de las Heras, murió asfixiado en 1997 cuando socorría a un empleado de la planta que supervisaba los conductos del subsuelo y comprobaba un posible escape de gas denunciado por los vecinos unas horas antes. López Galiacho explicó ayer que Medio Ambiente, a pesar de las quejas vecinales, no puede clausurar Aceites Ecológicos hasta que no se demuestre que la empresa vulnera la legislación vigente. "No tenemos pruebas de que se salten reglamento, norma, orden o decreto alguno, pero seguimos investigando. Hemos sellado ya todos los colectores de la empresa para impedir que viertan algo a la red pública. Un camión cisterna recoge todas las aguas de la planta, hasta las pluviales, para que éstas no lleguen a las alcantarillas", detalla.

Tubería oculta

Y añade: "Lo único que nos queda es buscar si existe alguna tubería oculta, de la que no tengamos constancia, por donde salgan los vertidos. Por eso, hemos contratado los servicios de una empresa especializada en investigar estos temas". Medio Ambiente pagará unos cinco millones de pesetas por los trabajos.La cámara de televisión subterránea está unida por cable a una consola exterior que controla un operario. Cuando el robot se atasca en algún tramo del colector, entra en acción una tolva mecánica, que sustituye por unos minutos al robot en el interior de la tubería y desmenuza los obstáculos que impiden el paso del ingenio. Todas las operaciones son grabadas en vídeo. Aceites Ecológicos, tras un periodo de cierre, reabrió sus puertas en noviembre. El pasado domingo, unas quinientas personas se manifestaron ante sus puertas exigiendo a las autoridades su cierre definitivo.