La petrolera estadounidense Exxon negocia la adquisición de su rival Mobil

La firma estadounidense Exxon, la segunda petrolera del mundo, negocia la compra de uno de sus rivales más próximos, la también estadounidense Mobil (cuarta en la clasificación), según informaron ayer fuentes cercanas a las empresas y adelantó el Financial Times. Aún no se ha establecido el monto de la operación, pero dada la magnitud de ambas empresas sería la mayor adquisición industrial en la historia. La operación, según los analistas, responde a la necesidad de las grandes petroleras de concentrarse para recortar costes ante la fuerte reducción de los precios del crudo.

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La firma estadounidense Exxon, la segunda petrolera del mundo, negocia la compra de uno de sus rivales más próximos, la también estadounidense Mobil (cuarta en la clasificación), según informaron ayer fuentes cercanas a las empresas y adelantó el Financial Times. Aún no se ha establecido el monto de la operación, pero dada la magnitud de ambas empresas sería la mayor adquisición industrial en la historia. La operación, según los analistas, responde a la necesidad de las grandes petroleras de concentrarse para recortar costes ante la fuerte reducción de los precios del crudo.

Las fuentes de las empresas que adelantaron la existencia de las negociaciones señalaron que el valor de la operación y la forma en que se llevará a cabo no se conocerán hasta la próxima semana. De todos modos, no dudan que la compra se concretará, convirtiéndose en la mayor adquisición industrial en toda la historia.La capitalización de mercado de Exxon alcanza los 177.000 millones de dólares (25,6 billones de pesetas), y la de Mobil, más de 61.000 millones de dólares (8,8 billones de pesetas). Según la lista de las 500 mayores empresas energéticas del mundo que publica la revista Fortune, Exxon, con base en Irving (Tejas), fue la segunda por ingresos (122.379 millones de dólares, 17,7 billones de pesetas) el año pasado, detrás de la anglo-holandesa Royal Dutch Shell. Mobil, con sede en Fairfax (Virginia), es la tercera, con un volumen de negocio de 59.978 millones de dólares en 1997 (8,7 billones de pesetas). En este concierto, la española Repsol sólo ocupa la decimoctava posición, con una facturación estimada de 17.075 millones de dólares (2,4 billones de pesetas).

Todo comenzó con BP

El anuncio de la negociación se produce casi cuatro meses después de la adquisición por parte de British Petroleum (BP) de la petrolera estadounidense Amoco por 55.000 millones de dólares (unos 7,9 billones de pesetas) y que fue, según los analistas, la operación que rompió la calma en el sector petrolero mundial y la que desencadenó en este mercado una ola de fusiones y adquisiciones, que probablemente no ha hecho más que empezar.Hubo otras operaciones intermedias de poca monta y, sobre todo, dirigidas a concentrar algunas actividades específicas o entre empresas de menor envergadura como la anunciada el miércoles pasado por la estadounidense Seagull Energy, que compró Ocean Energy por 1.100 millones de dólares (159.500 millones de pesetas).

Ahora se espera, por ejemplo, que petroleras como la estadounidense Chevron o la japonesa Nippon Oil busquen la concreción de alguna operación de este tipo para responder con tamaño al desafío de la nueva competencia que representan las nuevas megapetroleras, comenta un experto consultado, director de una empresa intermediaria del mercado petrolero en EEUU.

Este analista coincide con otros expertos en que la razón de este movimiento hacia la concentración es la vertiginosa caída del precio internacional del petróleo, que ha bajado casi un 40% en lo que va de año y sin perspectivas de una recuperación a los niveles de antes de la crisis asiática, es decir, en torno a 19 y 21 dólares por barril, ni siquiera a mediano plazo.

Ayer, tras la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena, desde donde no surgió ninguna nueva estrategia para frenar la caída del precio del crudo, el barril brent en el mercado de Londres -el precio de referencia internacional- se cotizaba a 11,19 dólares, uno de los más bajos de los últimos 12 años y puede, según los mismos expertos, llegar a un precio de un dígito en los próximos meses, lo que constituiría la mayor caída desde la primera gran crisis del petróleo, en 1973.

La crisis del precio del crudo, que comenzó a profundizarse a partir de octubre del año pasado, obligó a los grandes productores y exportadores de petróleo a reducir sus cuotas de extracción y a las grandes empresas petroleras, poco afectadas en un principio por las grandes reservas en su poder, a prorrogar o incluso suspender indefinidamente inversiones en nuevos proyectos de prospección y extracción.

Más tarde, la necesidad llegó al punto de tener que fusionar algunas de sus operaciones de refino y, ahora, a las fusiones y adquisiciones para reducir aún más los costes.

Respecto a las empresas estadounidenses, éstas han visto en lo que va de año cómo los precios de las gasolinas en su país llegaban a los niveles más bajos de los últimos 25 años.

Herederas de Rockefeller

En el caso de que se concrete la operación entre Exxon y Mobil, la agencia Reuters destaca que puede haber un choque por la distinta forma de hacer negocios de los directores de ambas empresas. Recuerda que Lee Raymond, de Exxon, ha sido extremadamente conservador en su administración, mientras que el de Mobil, Lucio Noto, ha desarrollado una agresiva política de reestructuración para reducir al máximo los costes operativos desde que tomó posesión de su cargo, en 1994.La unión entre ambas compañías es una ligera vuelta atrás a lo que fue la gran petrolera Standard Oil, fundada por John D. Rockefeller, y que, debido a una decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos de 1911, se tuvo que fraccionar en siete compañías (las siete hermanas). Exxon y Mobil son dos de ellas. La decisión del tribunal pretendió abrir el mercado estadounidense y crear un clima de competencia entre las siete petroleras. Una decisión similar se tomó en Estados Unidos respecto al antiguo monopolio de las telecomunicaciones AT&T, que tuvo que dividirse en siete operadores telefónicos regionales, las llamadas Baby Bells.

Un portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos evitó ayer pronunciarse respecto a una posible violación de la competencia si se concreta la operación entre las compañías hermanas. Sólo señaló que cualquier violación a las reglas de competencia leal serán investigadas por su departamento o por la Comisión Federal de Comercio, al igual que está siendo revisada la adquisición de Amoco por BP.

Un ex fiscal del Departamento de Justicia, Robert Litan, declaró a Reuters que la fusión de las actividades de producción y distribución no traerán problemas, pero que la unión entre sus actividades de refino y comercialización preocuparán mucho al Gobierno y, sobre todo, a sus competidores.

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