Con permiso de Rato
El incremento del tope de acciones en las televisiones privadas ha sido negociado por Uteca, la entidad que agrupa a Antena 3 y Tele 5. Esta modificación legal, unida al permiso para que las televisiones privadas coticen en Bolsa, son dos de las reivindicaciones que Uteca ha planteado al ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, y al vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato. El visto bueno de este último ha resultado determinante para incluir en la ley la elevación del tope accionarial. Hasta ahora el Gobierno había rechazado cualquier alteración de los topes para los accionistas.Ant...
El incremento del tope de acciones en las televisiones privadas ha sido negociado por Uteca, la entidad que agrupa a Antena 3 y Tele 5. Esta modificación legal, unida al permiso para que las televisiones privadas coticen en Bolsa, son dos de las reivindicaciones que Uteca ha planteado al ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, y al vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato. El visto bueno de este último ha resultado determinante para incluir en la ley la elevación del tope accionarial. Hasta ahora el Gobierno había rechazado cualquier alteración de los topes para los accionistas.Antena 3 y el Grupo Telefónica, que es su accionista de referencia, tenían buenas razones para negociar esta solución legal. Telefónica prometió a los bancos Santander y BCH mejorar la rentabilidad de Antena 3 y recomprarles sus acciones en la empresa televisiva, cuando ambos aceptaron elevar sus participaciones para ayudar a Juan Villalonga en su operación de entrada en Antena 3, que se consumó en julio de 1997. La autorización para salir a Bolsa, combinada con la menor rigidez de los topes accionariales, desata las manos de Telefónica para consolidar Antena 3.
Tele 5 también estaba sumamente interesada en estos cambios. Con un accionariado muy repartido, por imperativo legal, entre españoles (grupos Correo y Planeta), italianos (Mediaset) y alemanes (Kirch), la existencia de otro 13% de acciones a la venta en el Banco de Luxemburgo facilita a los dueños españoles e italianos la oportunidad de fortalecer su posición.