Reportaje:CIENCIA

Se necesitan astrónomos

Cuando el próximo miércoles la Tierra atraviese la estela de polvo que dejó a su paso a principios de este año el cometa TempelTuttle se producirá lo que los expertos han calificado del evento astronómico del año: la lluvia de meteoros conocida como Leónidas puede ser la más intensa de los últimos 30 años. Aprovechando esta ocasión, la Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España (SOMYCE) ha pedido, a través de las agrupaciones españolas de astrónomos y de Internet, que todo el que lo desee participe en la Campaña de observación leónidas 1998-1999, que desarrolla la Orga...

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Cuando el próximo miércoles la Tierra atraviese la estela de polvo que dejó a su paso a principios de este año el cometa TempelTuttle se producirá lo que los expertos han calificado del evento astronómico del año: la lluvia de meteoros conocida como Leónidas puede ser la más intensa de los últimos 30 años. Aprovechando esta ocasión, la Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España (SOMYCE) ha pedido, a través de las agrupaciones españolas de astrónomos y de Internet, que todo el que lo desee participe en la Campaña de observación leónidas 1998-1999, que desarrolla la Organización Internacional de Meteoros.La idea es recopilar todas las observaciones visuales y fotográficas posibles de leónidas, siempre que se sigan las instrucciones de la guía que la SOMYCE ha publicado en Internet (www.iac.es/AA/SOMYCE/somyce.html), y aprovechar este fenómeno astronómico para divulgar la observación de meteoros. Todos los estudios se podrán enviar a esta sociedad para que los almacene en la base de datos de la Organización Internacional de Meteoros y luego se analicen.

La guía da una serie de instrucciones básicas para los aficionados. Así, propone trabajar en equipo, para facilitar que mientras unos se dediquen a las observaciones visuales (contar los meteoros), otros puedan hacer fotografías. Se recomienda además tener claro el lugar donde se va a ir a observar -"imprescindible en el campo y alejados lo más posible de las luces"-, estar allí poco después de que oscurezca y disponer de lugares alternativos por si el cielo está nublado. Para el conteo es necesario tener una grabadora y estar tumbado en el suelo. Por eso se debe llevar ropa de abrigo en exceso (gorro, guantes, mantas, saco de dormir...) y una almohada para el cuello. También agua y comida.

Las leónidas pueden aparecer por todo el cielo, pero sobre todo en las zonas cercanas a la constelación de Leo. Hay que tener en cuenta que en Europa no habrá un aumento excepcional del nivel normal de las leónidas (de cinco a diez meteoros por hora), ya que está alejada de la zona donde se prevé que se producirá el máximo: Mongolia. Allí, con un poco de suerte, se podrán ver entre cinco y 40 por segundo.

Al contrario que con los eclipses, en los que se puede calcular de antemano el momento en el que ocurrirán, en el caso de las leónidas las predicciones sobre su intensidad se basan en la constancia de que cada 33,2 años son más aparatosas, porque el Temple-Tuttle pasa por el punto más cercano al Sol de su órbita. Y también en que se ha advertido un aumento de actividad en los últimos años. Por eso, los astrónomos también avisan de que es posible que la lluvia de meteoros no cumpla las expectativas. "Las nubes densas de los meteoros no se pueden ver en los telescopios y por eso son sólo probabilidades", explica Fernando Jáuregui, del Planetario de Pamplona.

Las condiciones meteorológicas pueden además impedir la visibilidad. Eso fue lo que ocurrió en 1933, cuando en el punto donde se calculó que se verían mejor los meteoros había niebla. En todo caso, siempre puede servir de ensayo, ya que el año que viene las leónidas tendrán su punto de mejor visibilidad en Europa.

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