Desde Chile con amor...

... con amor y algo más asombrado e incrédulo de lo habitual. Soy español y vivo en Santiago de Chile desde hace un par de años. Los últimos días en Santiago han sido excitantes por el aluvión de acontecimientos, declaraciones y manifestaciones en torno a Pinochet. Es muy curioso escuchar las noticias de Antena 3-TV y TVE, donde nos hablan de la detención del dictador chileno y sus cuentas pendientes con la justicia. La CBS informa de la captura del brutal dictador chileno y de su posible extradición a España. Mientras tanto, la televisión nacional chilena informa de la injusticia cometida por...

... con amor y algo más asombrado e incrédulo de lo habitual. Soy español y vivo en Santiago de Chile desde hace un par de años. Los últimos días en Santiago han sido excitantes por el aluvión de acontecimientos, declaraciones y manifestaciones en torno a Pinochet. Es muy curioso escuchar las noticias de Antena 3-TV y TVE, donde nos hablan de la detención del dictador chileno y sus cuentas pendientes con la justicia. La CBS informa de la captura del brutal dictador chileno y de su posible extradición a España. Mientras tanto, la televisión nacional chilena informa de la injusticia cometida por el imperialismo inglés, el descaro español, el agravio a la dignidad chilena y de los chilenos, y el insulto yPasa a la página siguiente

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violación de la condición diplomática de ex presidente de la República y actual senador vitalicio Ausgusto Pinochet.

En la calle no se habla de otra cosa, los ánimos están encendidos y, desgraciadamente, veo más defensores de Pinochet. Aquí se está intentando politizar el tema con crudeza, lo que está produciendo enfrentamientos lamentables y que dan muestra de la debilidad de la transición chilena.

Se han quemado banderas españolas e inglesas frente a sus respectivas embajadas. Entre los asistentes más exaltados, algún diputado y el alcalde de una importante comuna, haciendo muestra de su evidente ceguera histórica. Gritaron, amenazaron e insultaron.

Afortunadamente, la policía, con sus guanacos (camiones con chorro de agua), actuó a tiempo, lo que impidió algo más serio que nuestro embajador se entretenga el fin de semana recogiendo una buena cantidad de huevos de su jardín.

Entretanto, ese mismo alcalde ayer escarmentado ha contraatacado con una ridícula pataleta consistente en la suspensión de la recogida de basuras y autorización de aparcamiento a nuestra embajada y consulado.

Los españolitos de a pie, expectantes y muy poco activistas de la violencia y la sinrazón, tratamos de pasar inadvertidos como lo que somos: emigrantes modernos que, además de pasarlo bien, intentamos hacer aportes relevantes a este país.

Mientras, nos preguntamos: ¿qué pasará?, ¿nos pincharán las ruedas del coche?, ¿nos perseguirán por la calle?, ¿nos sacarán la cresta? (expresión chilena de amplio significado, ¿nos darán caña?).-