La cultura abre la Puerta del Sol

El Festival de Otoño se presenta en la Real Casa de Correos con diversos espectáculos en vivo

"La cultura, para que sea auténtica, tiene que estar contra el poder", dijo anoche Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, segundos después de parafrasear al mismísimo Pablo Neruda, en unos versos extraídos de su libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada: "Te recuerdo como eras en el último otoño...". Así de revolucionario se mostró ayer Ruiz-Gallardón, que decidió que la sede del Gobierno madrileño, en la Puerta del Sol, se cerrara a la política y se abriera a la cultura con motivo de la fiesta de presentación de la XV edición del Festival de Oto...

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"La cultura, para que sea auténtica, tiene que estar contra el poder", dijo anoche Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, segundos después de parafrasear al mismísimo Pablo Neruda, en unos versos extraídos de su libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada: "Te recuerdo como eras en el último otoño...". Así de revolucionario se mostró ayer Ruiz-Gallardón, que decidió que la sede del Gobierno madrileño, en la Puerta del Sol, se cerrara a la política y se abriera a la cultura con motivo de la fiesta de presentación de la XV edición del Festival de Otoño. Pero la verdadera revolución fue la de las vísceras de los asistentes, que aguantaron con estoicismo la escasez de viandas, hasta que, ya cerca de la medianoche, los más de 500 invitados pudieron saciar no sólo su sed, sino también sus apetitos.

Los alimenticios, porque de los espirituales ya se encargarían todos los participantes en la programación del Festival de Otoño, según se encargaron de recalcar las principales autoridades culturales presentes en el jolgorio.

Las alusiones a la ausencia y escasez de canapés fueron los comentarios más presentes en las primeras horas de la noche, por encima de la programación del festival, ya que los contenidos de las bandejas atraían más la atención que los contenidos artísticos de la propia fiesta, que contó con actuaciones en directo de conocidos profesionales como los coreógrafos y bailarines Ramón Oller y Marco Berriel, o las actuaciones del compositor Carlos Miranda, la actriz Nuria Moreno, una orquesta de jazz, la cantante María Aragón o un grupo de trapecistas.

También ellos gozaron de sus pequeños momentos de gloria, cuando, más avanzada la noche, se resolvieron los problemas de aprovisionamiento entre los invitados diseminados por el gran vestíbulo de la remozada Casa de Correos de la Puerta del Sol.

Aunque todos apoyaban al Festival de Otoño, hubo tímidas voces críticas por algunos aspectos de la muestra, algo que parece encantar a Ruiz-Gallardón, quien afirmó que los creadores deben estar en una permanente incomodidad con el poder: "Sólo así se podrán mejorar las gestiones de los gobiernos, aunque con lo que no estamos de acuerdo es con la teoría de Brecht, cuando dijo que a veces las ideas reinantes se confunden con las ideas de los que reinan, ya que procuramos alejarnos de cualquier dirigismo".

La noche contó tímidamente con caras conocidas como Marina Saura, Ruth Gabriel, Mariano Barroso, José Luis Pellicena, Manuela Vargas, Analía Gadé, Pepe Martín o Amparo Pamplona.

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