El fiscal pide cuatro años para un ginecólogo por la muerte de un recién nacido

Un ginecólogo y una comadrona del antiguo hospital de la Cruz Roja de Tarragona se sentaron ayer en el banquillo por la muerte de una recién nacida, que falleció a las doce horas del parto debido a una hemorragia interna. La fiscal y la acusación particular solicitaron para cada uno de ellos cuatro años y dos meses de prisión por un delito de imprudencia médica.

Los hechos que se vieron ayer en el juzgado de lo penal número 3 de Tarragona se remontan al 6 de septiembre de 1991, cuando Teresa F. LL., de 34 años, ingresó en el hospital de la Cruz Roja tras romper aguas. Como el feto venía...

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Un ginecólogo y una comadrona del antiguo hospital de la Cruz Roja de Tarragona se sentaron ayer en el banquillo por la muerte de una recién nacida, que falleció a las doce horas del parto debido a una hemorragia interna. La fiscal y la acusación particular solicitaron para cada uno de ellos cuatro años y dos meses de prisión por un delito de imprudencia médica.

Los hechos que se vieron ayer en el juzgado de lo penal número 3 de Tarragona se remontan al 6 de septiembre de 1991, cuando Teresa F. LL., de 34 años, ingresó en el hospital de la Cruz Roja tras romper aguas. Como el feto venía de nalgas, el ginecólogo José Luis López le practicó una cesárea acompañado de la comadrona María José Bayarri. Tras el parto, que se produjo sobre las 16.00 horas, la niña fue trasladada a una habitación con la madre y pasaron cuatro horas más hasta que acudió a visitarla un pediatra, pese a que presentaba palidez y baja temperatura corporal. Este facultativo le diagnosticó un soplo causado por una cardiopatía congénita o por una anemia aguda. La niña fue trasladada por su propio padre al hospital Joan XXIII, debido a que en el de la Cruz Roja no había ambulancias, donde falleció en la UCI a las 8.00 horas del día siguiente. La autopsia achacaba la muerte a una hemorragia en la base del cerebro, y se le encontró líquido amniótico con meconio en los pulmones. El pediatra que la atendió disintió ayer sobre la causa de la muerte y precisó que ésta se debió a un shock hipovolémico. Durante el juicio, el ginecólogo y la comadrona insistieron en que la niña había nacido bien y que todas las pruebas practicadas revelaron un buen estado de salud. Los padres de la niña declararon que habían alertado en repetidas ocasiones a las enfermeras de los problemas de su hija, como la palidez, la baja temperatura del cuerpo o los frecuentes quejidos.

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