"Otros" 115 perjuros
"El presidente de Estados Unidos de América no está por encima de la ley. Cuando proclama bajo juramento que va a decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, debe cumplir su palabra, como todos los demás ciudadanos estadounidenses. Si toleramos que el presidente viole el juramento, ponemos en grave peligro la esencia misma de nuestro sistema legal".No fue un congresista republicano el que hizo ayer esa afirmación, sino un demócrata, Paul McHale, de Pensilvania, al anunciar que pensaba votar a favor del comienzo del proceso de destitución o impeachment del presidente Bill Clinton....
"El presidente de Estados Unidos de América no está por encima de la ley. Cuando proclama bajo juramento que va a decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, debe cumplir su palabra, como todos los demás ciudadanos estadounidenses. Si toleramos que el presidente viole el juramento, ponemos en grave peligro la esencia misma de nuestro sistema legal".No fue un congresista republicano el que hizo ayer esa afirmación, sino un demócrata, Paul McHale, de Pensilvania, al anunciar que pensaba votar a favor del comienzo del proceso de destitución o impeachment del presidente Bill Clinton.McHale reiteró que, en su opinión, el mejor modo de evitarle a todo el país un largo y doloroso proceso jurídico y político sería que el presidente renunciara voluntariamente a su cargo y abandonase la presidencia.
Con independencia de la opinión moral que tengan sobre la conducta de un presidente que mantenía relaciones sexuales con una becaria en pleno Despacho Oval, la mayoría de los congresistas republicanos y demócratas que ayer votaron contra Clinton dijeron estar impulsados por la defensa del carácter sagrado en el sistema judicial de EEUU de la declaración efectuada bajo juramento.
"Ciento quince personas cumplen ahora sentencia por perjurio en las prisiones de nuestro país", recordó en el hemiciclo el republicano por Florida Bill McColum, quien subrayó que esos hombres y mujeres fueron perseguidos de oficio por los fiscales del Departamento de Justicia, cuya cabeza es el presidente de EEUU.