El incierto mensaje de las encuestas
Clinton, apodado The Comeback Kid, el chico que siempre resucita, y también Slick Willy -el escurridizo Willy-, tiene ahora a su favor a una opinión pública que en sus dos terceras partes aprueba su gestión y está harta del caso Lewinsky. Pero también Nixon al comienzo del Watergate contaba con lo que él llamaba la mayoría silenciosa.
En cuanto a la situación económica de EEUU, la principal causa de la popularidad de Clinton, empieza a deteriorarse por las crisis internacionales. El crecimiento pierde velocidad y hay inquietud en Wall Street, las empresas y los consumidores.
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Clinton, apodado The Comeback Kid, el chico que siempre resucita, y también Slick Willy -el escurridizo Willy-, tiene ahora a su favor a una opinión pública que en sus dos terceras partes aprueba su gestión y está harta del caso Lewinsky. Pero también Nixon al comienzo del Watergate contaba con lo que él llamaba la mayoría silenciosa.
En cuanto a la situación económica de EEUU, la principal causa de la popularidad de Clinton, empieza a deteriorarse por las crisis internacionales. El crecimiento pierde velocidad y hay inquietud en Wall Street, las empresas y los consumidores.
El futuro es más impredecible que nunca. Los republicanos saben que los sondeos que terminan contando son los de las urnas. Y los norteamericanos están convocados el 3 de noviembre a unas elecciones que renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado y designarán 36 gobernadores de Estados. Y ahí el terreno es favorable a los republicanos. Los norteamericanos que declaran su intención de votar son más críticos con el presidente que la totalidad de sus compatriotas, según la última encuesta de The Washington Post y ABC. Mientras que el 55% de la opinión general pide que el Congreso se olvide del caso Lewinsky, el 53% de los que desean votar es partidario de la senda del proceso de impeachment.
"El sondeo", según el diario, "contiene muchas indicaciones de que los votantes republicanos y anti-Clinton desean participar en las elecciones en mayor proporción que los demócratas y los defensores de Clinton". El próximo Congreso podría ser más beligerante con el presidente que el actual.