EL DEBATE TRAS LA TREGUA DE ETA

Jordi Pujol afirma que España no es una nación y Cataluña sí

Jordi Pujol afirmó ayer en una entrevista en RTVE que Cataluña "es una nación, tanto si se le reconoce como si no" y puso en tela de juicio que pueda decirse lo mismo de España, a la que describió como "una comunidad" formada por varias naciones y en la que la propia Cataluña se integra. El presidente catalán aprovechó para responder a lo que calificó como "una actitud hostil" del candidato socialista a La Moncloa, José Borrell, recordándole que en 1993 fue ministro gracias a los votos de CiU en el Congreso, unos sufragios con los que no podrá contar "a no ser que cambie mucho".

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Jordi Pujol afirmó ayer en una entrevista en RTVE que Cataluña "es una nación, tanto si se le reconoce como si no" y puso en tela de juicio que pueda decirse lo mismo de España, a la que describió como "una comunidad" formada por varias naciones y en la que la propia Cataluña se integra. El presidente catalán aprovechó para responder a lo que calificó como "una actitud hostil" del candidato socialista a La Moncloa, José Borrell, recordándole que en 1993 fue ministro gracias a los votos de CiU en el Congreso, unos sufragios con los que no podrá contar "a no ser que cambie mucho".

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Pese a que las reacciones de los nacionalistas catalanes a la toma de posición de Borrell han sido muy duras, Pujol no se mostró particularmente preocupado por la actitud del candidato socialista porque "la necesidad hace cambiar a la gente". Y, refiriéndose a las posiciones que sus actuales aliados del PP mantuvieron hasta 1996 también en contra de los nacionalistas, afirmó que "cosas más gordas" se han visto. El líder de CiU calificó además de "sensata" la negativa del Gobierno de Aznar a aceptar el ofrecimiento formulado el sábado por Borrell para frenar las aspiraciones de los nacionalistas.Pujol recordó que fue nada menos que el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, quien definió en su día a Borrell como un "jacobino". Lo peor es, según el presidente catalán, que el PSOE y el PSC se alineen con esas posiciones "porque Borrell no es un cualquiera".

El presidente explicó que el voto del Parlamento autónomo ratificando el derecho de Cataluña a la autodeterminación obedece que "Cataluña es una nación y tiene ese derecho tanto si se le reconoce como si no". Tanto es así, dijo, que "ni el PSC, que se alinea con Borrell, se atrevió a votar en contra". Y reiteró su concepción de España como entidad plurinacional. "España no es una nación", afirmó, "sino una realidad formada por varias naciones", vinculadas por muchos lazos: de relación secular, de mezcla de población, de intereses económicos, de historia... Es "una comunidad" de la que Cataluña forma parte pero no una nación.

"Ridículo"

Las palabras de Pujol provocaron la réplica de varios partidos.En nombre del PP, su presidente regional, Alberto Fernández Díaz, dijo que negar el carácter nacional de España "es algo peor que una ofensa a todos los españoles, es sencillamente ridículo". A esto añadió que la Constitución, votada mayoritariamente por los catalanes, define a España como nación y se ha demostrado capaz de dar satisfacción a las demandas de las nacionalidades y regiones.Por su parte, Almunia dijo que si las elecciones autonómicas catalanas son en marzo, como todo indica, Pujol no tendrá oportunidad de decidir si apoya o no al Gobierno de Borrell desde la presidencia de la Generalitat. "Porque esa decisión le corresponderá a Pasqual Maragall", aventuró.

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Los socialistas catalanes lamentan que, pocas semanas después de que el PSC presentara un documento político en el que ratifican su apuesta por el federalismo, una polémica como la provocada por las palabras de Borrell les haya puesto a la defensiva. La difusión de aquel documento, que Borrell tuvo especial interés en asumir como propio, pretendía marcar el arranque de la precampaña electoral de Maragall.

Esta pretensión ha quedado ahogada por el alud de críticas que los partidos nacionalistas han lanzado contra el PSC a propósito de la "mano abierta" ofrecida por Borrell a Aznar. El secretario general de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod, por ejemplo, acusó a los socialistas de estar anclados en el inmovilismo "incluso cuando una persona como Adolfo Suárez dice que la Constitución es reformable".

El propio Borrell declaró a Europa Press que su oferta sólo perseguía dejar claro que el PSOE no se aprovechará de la dependencia parlamentaria del PP respecto de CiU y PNV. Pero con el único objetivo, especificó, de que los nacionalistas no impongan demandas fuera del marco constitucional.

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