Sami Nair advierte de que el Mediterráneo estallará si Argelia se desestabiliza

Argelia es una metáfora del siglo XX: "Es el país más afrancesado y más occidentalizado del Sur y su economía va bien. Sin embargo, es un país muy sometido a las tradiciones religiosas y si no se controla esa crisis todo el Meditarráneo va a estallar". Son palabras del politólogo francés, de origen argelino, Sami Nair, pronunciadas ayer en la presentación de su libro Las heridas abiertas (EL PAÍS-Aguilar).Argelia, cuyo presidente, Liamín Zerual, anunció el mes pasado que no se presentará a las elecciones que convocó para antes de febrero de 1999, debe elegir ahora entre una línea democráti...

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Argelia es una metáfora del siglo XX: "Es el país más afrancesado y más occidentalizado del Sur y su economía va bien. Sin embargo, es un país muy sometido a las tradiciones religiosas y si no se controla esa crisis todo el Meditarráneo va a estallar". Son palabras del politólogo francés, de origen argelino, Sami Nair, pronunciadas ayer en la presentación de su libro Las heridas abiertas (EL PAÍS-Aguilar).Argelia, cuyo presidente, Liamín Zerual, anunció el mes pasado que no se presentará a las elecciones que convocó para antes de febrero de 1999, debe elegir ahora entre una línea democrática o totalitaria, según el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de París VIII. "Y los grupos de poder no lo tienen claro", lamentó. A su juicio la solución pasa por una negociación, "que se dé a los dirigentes la posibilidad de implantar políticas de integración social amplias". Pero las élites no han sido preparadas para afrontar los problemas, opina el autor de Mediterráneo hoy. Entre el diálogo y el rechazo. Los movimientos sociales son los que pueden imponer a las élites esas políticas integradoras. "La crisis política no es más que la crisis del tejido social", argumentó.

Tras la independencia, no se puede decir que la culpa es del Norte, continuó Nair: "El problema no es que el Norte desarrolle al Sur, no podría hacerlo; es de las élites que defienden intereses económicos; es ante todo un problema interno y de los propios países viene la solución".

Europa no se puede construir teniendo en el Sur un flanco tan débil; es una potencia que quiere hacer algo, según Nair, "pero también parece carente de voluntad para llevar a cabo algo claro".

Para Joaquín Estefanía, director de opinión de EL PAÍS, que ha prologado el libro, subtitulado Las dos orillas del Mediterráneo: ¿un destino conflictivo?, hay que evitar la retórica. "Es falso el principio de que la economía es autónoma para tratar estos asuntos. Europa debe volver a la política para resolver los asuntos del Mediterráneo".

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